Uno de los encubridores del crimen del contenedor volverá a prisión tras ser condenado a siete años de cárcel por maltratar, robar y lesionar a su madre de 92 años de edad. El juez que le sentencia describe el clima que generó en los últimos años en casa de su progenitora como "terrorífico" y a él lo caracteriza como una persona de "una ruindad y frialdad innatas".

Antonio Carmelo Sánchez Muñoz fue conocido al ser detenido por el asesinato y descuartizamiento de una joven prostituta, María del Carmen Diepa, en 1994. Un caso por el que fue juzgado y condenado a tres años de cárcel como encubridor del delito. Fue puesto en libertad en el mes de noviembre de 2004, nada más conocerse la sentencia, puesto que ya había cumplido dos tercios de la condena en prisión preventiva.

Con 57 años, Sánchez volvió a vivir con su madre, para la que comenzó un auténtico calvario, como se desprende de la sentencia condenatoria elaborada por el magistrado del Juzgado de lo Penal número 6 de Las Palmas de Gran Canaria, Juan Manuel Reyes Alvarado.

"Durante la mayor parte de la convivencia, de forma reiterada y habitual, el acusado ha observado una conducta de hostilidad verbal crónica en forma de amenazas, de desprecio exteriorizado con palabras degradantes acompañado de actos de violencia física. Esto ha generado un clima de violencia permanente y ha provocado en su madre una enorme ansiedad y temor que ha minado su dignidad y autoestima hasta el punto de obligarla a vivir prácticamente recluida en su casa", recoge el fallo.

La obtención de dinero para el consumo de drogas fue el origen y la causa del tratamiento vejatorio y denigrante que Antonio daba a su madre a diario. Ella, desde que él salió de la cárcel por el crimen del contenedor, le pasaba una renta mensual de unos 1.600 euros, asegura la sentencia, pero para él no era suficiente. "Como consecuencia de su afición al consumo de sustancias estupefacientes, la maltrataba habitualmente mediante amenazas y agresiones para obtener más dinero", desgrana el fallo. "Su madre, por el miedo que le infundía, se lo entregaba, llegando a retirar de su cuenta corriente de Bankinter, entre los meses de julio de 2007 a mayo de 2008, la cantidad aproximada de 90.000 euros".

Amenaza de muerte

El pasado agosto, sin embargo, ella se armó de valor y continuó adelante con la denuncia que presentaron su administrador de cuentas y varios miembros de su familia, después del fuerte episodio de violencia que vivió a principios de mes.

Su hijo volvió a pedirle dinero y ella se negó. Sánchez "la agarró de los brazos y la lanzó sobre la cama". Después le tranquilizó "diciéndole que al día siguiente irían al banco y le daría el dinero", narra el juez en la sentencia.

Aprovechó un momento en que su hijo se fue de casa para llamar a su hermana que, cuando llegó, se encontró al agresor con un cuchillo sobre la garganta de su madre. Ella le dio 95 euros para que se calmara y él se fue gritando que "si no le daba el dinero mañana, la mataba". Al día siguiente, le entregó 700 euros.

El juez, además de condenarle a tres años de cárcel por un delito de robo con violencia y a cuatro años por el de malos tratos habituales, le sentencia a indemnizar a la víctima en la cantidad de 7.000 euros por los daños morales, más otros 600 euros por una falta de lesiones.