Las Charcas de San Lorenzo, un paraje natural con una protección especial, tanto desde el Ayuntamiento, como desde el Gobierno de Canarias, se han convertido en los últimos meses en un vertedero incontrolado por la falta de vigilancia y de mantenimiento por parte de las autoridades locales.

Los vecinos y grupos ecologistas de la zona denuncian que, al amparo de la noche, numerosos conductores aprovechan para descargar en las Charcas y sus alrededores basura de todo tipo, desde escombros a electrodomésticos y muebles viejos. Sólo con pasear entre las Charcas se aprecian restos del estercolero en el que se ha convertido una zona habitual de paso de aves migratorias con unas propiedades ecológicas únicas en el municipio capitalino. "Las Charcas siempre han estado algo abandonadas pero este año, con la poca lluvia que ha caído, están casi todas secas y la gente viene más a tirar cosas, porque, quieras que no, cuando hay agua en las Charcas, estos desaprensivos se cortan, pero si están secas se piensan que es una escombrera y ¡hala!", comentó el presidente de la asociación de vecinos de San Lorenzo y de la federación Las Medianías, Santos López. Por si fuera poco, los vecinos denuncian que además de usar el paraje como estercolero otros lo usan para hacer trial con motos y para competir ilegalmente con quads fuera de los caminos habilitados, lo que afecta al ecosistema.

El dirigente vecinal anunció que ya están preparando un escrito de queja al Ayuntamiento para que tome cartas en el asunto de una manera más activa que en los últimos años. "La Policía Local casi no viene y si les dices que aquello está tirado te dicen que tienen cosas más importantes de las que ocuparse que de unos terrenos", relató López, "además, este gobierno municipal parece más preocupado en sacar adelante la urbanización de Tamaraceite Sur y el centro comercial que por defender la naturaleza". López se queja de que ni esta ni ninguna Corporación municipal se haya preocupado seriamente por crear el llamado Cinturón Verde en torno a Tamaraceite, una vieja aspiración del distrito en el que se integrarían plenamente las Charcas ahora desatendidas.

La asociación vecinal reclama al Ayuntamiento que actúe para poner en marcha cuánto antes el Parque Agroambiental César Manrique, una forma de proteger y dinamizar las Charcas que viene recogido en el mismo Plan General de Ordenación (PGO) desde hace casi una década. "Se podría poner en marcha la antigua acequia, reforestar la zona y crear un aula de la naturaleza para la gente del barrio y del resto del municipio porque es el último reducto agrícola que nos queda".

Los ecologistas del colectivo Atamarazayt coinciden con los vecinos en reclamar una actuación "blanda" en el entorno de las Charcas tras varios años de lucha una década atrás para evitar que se convirtiesen en un campo de golf rodeado de chalés de lujo. "Gracias a la presión popular se pudo cambiar el destino de las Charcas y el propio Cardona, que entonces era el concejal de Urbanismo, accedió a incluir en el PGO la creación del parque agroambiental que no se ha cumplido", recordó Juana González, miembro de Atamarazayt.

Sin embargo, los ecologistas vuelven a estar con la mosca detrás de la oreja ya que han detectado nuevos movimientos especulativos en la zona de las Charcas. "Sabemos que hay un empresario de la zona que está comprando muchos terrenos baldíos que en el PGO están clasificados como rústicos, también está comprando pozos, y son parcelas que rodean a las Charcas, curiosamente, muy cerca del suelo del nuevo Tamaraceite Sur", indicó González. Los ecologistas advierten que el suelo de las Charcas no está protegido del todo ya que la mitad se encuentra catalogado en el PGO como suelo rústico de especial protección, una categorización que el Ayuntamiento puede cambiar. La otra mitad del suelo sí que tiene un grado de protección mucho mayor al encontrarse amparada por el Gobierno de Canarias, que la incluyó dentro del Paisaje Protegido de Pino Santo. Los ecologistas anuncian que, si se confirman que esos movimientos especulativos van dirigidos a adquirir suelo para la construcción están dispuestos a resucitar la plataforma Salvar Las Charcas que hace una década protagonizara todas las protestas contra el campo de golf.

Las Charcas de San Lorenzo están consideradas por la Sociedad Española de Ornitología (SEO Bird Life) como de "máximo interés ornitológico" por la gran variedad de especies de avifauna que transitan por este paraje cuando los estanques tienen agua. En épocas húmedas transitan por sus 28 charcas más de 40 especies de aves tanto migratorias como nidificantes. Además, las Charcas tienen un valor etnográfico incomparable puesto que datan del siglo XVII.