Todo el mundo tiene un recorrido emotivo en la ciudad donde vive. Aquí, el banco donde moceaba con el primer amor, allá la esquina donde esperaba la guagua después de clase. El instituto en el que se forjaron amistades para siempre. La playa, los cines o, simplemente, el rincón del parque donde leer el periódico temprano, cada domingo. Juan José Cardona, aunque nacido en Arucas, vive en Las Palmas de Gran Canaria desde el año 1979, y es un urbanita militante. "Cuando nos trasladamos a la ciudad, la descubrí realmente. Ya desde el primer año, que fue muy intenso, me di cuenta de todo lo que ofrecía y me parece un lugar apasionante", confiesa.

El tour comienza en Playa Chica, ese trocito delicioso de Las Canteras donde hace la mayor parte de su vida personal. "Llegué a esta zona en 1988, cuando me casé. Es donde hago mi vida familiar... La playa, el paseo, y todo lo que encierra, en definitiva. Es un lugar especial. No es necesario que diga lo que significa Las Canteras para esta ciudad, las posibilidades que te da, no sólo la playa, sino el barrio en general. Aquí se han criado mis hijos y es un lugar obligado de referencia para mí". De hecho, es fácil ver al alcalde tomándose algo en los locales del paseo en sus días de asueto.

Pero hay otro espacio que es casi mítico, no sólo para él, sino para todo aquel que lo haya visitado. "El Confital es, sin duda, el paraíso de la ciudad, y tengo la sensación de que aún está por descubrir para muchos vecinos", señala. "Es un lugar único y animo a la gente a que pase allí un día, yo lo hago cada tres o cuatro meses y es maravilloso". Cardona considera que esta bahía encierra la perfecta combinación entre el concepto tradicional de sol y playa y un tipo de actividad más enfocada al disfrute de un entorno natural virgen. Pero, es que, además, tiene para él un significado político. "Su conquista, su consecución fue un logro del Gobierno del Partido Popular, y por lo tanto es un lugar importante para la historia de la gestión del partido".

Hay que recordar que en El Confital se levantó un barrio de chabolas, donde llegó a haber hasta un bar con espectáculo musical y donde iba a veranear el futbolista Rafael Gordillo. En el año 2004, la corporación municipal, con Josefa Luzardo a la cabeza, decidió realojar a los vecinos que vivían allí todo el año y demoler las chozas que servían de segunda vivienda a los isleteros.

Schamann tiene para Juan José Cardona un significado especial, porque allí están sus raíces más profundas. Es el barrio donde vivían sus abuelos. "Asocio Schamann con mi infancia, en la medida en que allí fui bautizado, en la iglesia de los Sagrados Corazones. Mis abuelos vivían en una de las calles de ese populoso barrio, en la calle Doña Perfecta, concretamente", revela. Su conocimiento del barrio hace que recuerde los mejores tiempos de Pedro Infinito. "Entonces era una calle comercial muy intensa y la he elegido también porque supone para mí uno de los retos en los que estoy trabajando, que es recuperar esa zona comercial y darle a este barrio un impulso de actividad económica y cultural en torno al proyecto de lo que estamos llamando Distrito Galdós".

Y es que el autor de los Episodios Nacionales se ha convertido en un referente para Cardona. "Ahora estoy leyendo todas las cartas, su obra política. Lo que tiene que ver con sus reflexiones sobre la España de la época en la que escribe. La generación del 98, la pérdida de las colonias... Su teoría sobre el pesimismo del momento. En cierta medida hay un paralelismo entre aquella crisis y la situación que estamos viviendo. Galdós me parece un buen apoyo intelectual para que el alcalde de la ciudad beba de sus fuentes", agrega. "Se le conoce fundamentalmente por su obra literaria, pero es que, además, fue un hombre de un compromiso político indiscutible y de un patriotismo fuera de toda duda y me identifico con todo eso".

En su elección del parque de Las Rehoyas como siguiente punto del itinerario emocional, se nota un tono un tanto reivindicativo. "Fue un hito en la gestión personal y de José Manuel Soria, porque tumbó muchas de las críticas que siempre nos hizo la izquierda más radical en la ciudad", indica. "Nosotros queríamos devolver a los vecinos un equipamiento deportivo, de ocio, de esparcimiento de primer orden, para propiciar la regeneración social, y que la gente de Las Rehoyas pudiera disfrutar", justifica, al tiempo que se queja de que se les acusó de querer especular con aquel terreno. "De manera maliciosa, interpretaron que se hacía para revalorizar las casa de la zona y así propiciar su venta. Es un discurso totalmente rancio, que ya no tiene ningún tipo de vigencia. Aquel equipamiento representa la demostración de que las políticas del PP están dirigidas a mejorar la vida de las personas, en este caso, de las personas más humildes", argumenta convencido.

Los pasillos y las aulas del IES Pérez Galdós, en Tomás Morales, vieron cómo un joven Juanjo Cardona aterrizaba por allí desde su Arucas natal. Este entrañable centro, uno de los mayores de las Islas, punta de lanza de muchos logros educativos, fue la puerta de entrada del actual alcalde al cosmopolitismo. "Yo había pasado toda mi infancia y adolescencia en Arucas y había estudiado en el Instituto Domingo Rivero. En el año 1979 vinimos a vivir a Las Palmas de Gran Canaria y yo entré en el Pérez. Viví un año muy emocionante. Fue mi primer contacto real con la ciudad y con todo lo que ella significa, desde el punto de vista cultural y de mi formación", argumenta.

En el recorrido son unos cuantos los vecinos que se le acercan y le hacen comentarios, algunos más reivindicativos, otros más cariñosos. Él dice que es su manera de entender el cargo y repite su ya famoso eslogan de que quiere poner el despacho en la calle. Desde luego, la ciudad se la patea, pero parece que siempre vuelve a sus santos lugares.

"La satisfacción de los vecinos". Tengo asociado el parque de Las Rehoyas con determinadas escenas que son, para mí y aunque parezca cursi, la condensación de lo que es la actividad política y la felicidad de los vecinos", reconoce Juan José Cardona, que quiere dejar claro que esta enorme zona verde se hizo no para especular, sino para los ciudadanos tuvieran un lugar de esparcimiento. "Fue muy satisfactoria personalmente".

El barrio de su infancia. El proyecto Distrito Galdós, en Schamann, es una de las obsesiones de Cardona en el medio plazo. "Intenta unir la cultura con la actividad comercial y todo ello alrededor de la figura de Galdós y de todos sus personajes y novelas, cuyas calles aparecen con sus nombres. A mí me parece eso suficientemente atractivo como para apoyarnos en él y darle un revulsivo al barrio", asegura el alcalde, que quiere "atraer inversiones para la ciudad y potenciar lo que ya tenemos".

Al 'Confi' en bicicleta. El Confital es un refugio para Juan José Cardona. Ha aprendido a querer este espacio natural y a disfrutar de él en todas sus modalidades. "No sólo es bueno para pasar el día, bañarse y tomar sol, sino para llevarse la bicicleta y pasear por allí", explica. "Es una pena que haya muchos ciudadanos que no conocen este paraíso".

En la playa como en casa. La playa de Las Canteras es como el salón de su casa para el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria. Sus pequeños, tiene dos hijos, se han criado en la zona y se le nota que es el espacio de la ciudad con el que tiene una conexión más emotiva. "Es un valor que hay que potenciar", afirma. Pero es que, además, es un amante de todo el barrio. "Me encanta vivir en la zona".

La profesora del Instituto. Las vueltas que da la vida. Cuando Juan José Cardona llegó desde Arucas para estudiar el COU en el IES Pérez Galdós hubo una docente que le ayudó a comprender mejor la belleza del lenguaje. "Tuve de profesora de Lengua a mi concejala de Cultura María Isabel García Bolta, cosa que a ella no le gusta demasiado que recuerde", bromea el alcalde.