La Noche de San Juan, celebrada en Las Palmas de Gran Canaria más por la festividad que conmemora su fundación que por otra suerte de ritos paganos, vivió circunstancias a las que permaneció ajenas en años anteriores, y que salpimentaron de forma especial su discurrir, más diferente que nunca. Entre el fútbol, que ya concentró a numeroso público en la zona del Auditorio Alfredo Kraus gracias al reclamo de la pantalla gigante, y las aguavivas que amenazaban el baño purificador que siempre reúne a sus adeptos en las aguas de Las Canteras, la noche sanjuanera iba alcanzando los registros de afluencia habituales.

La playa comenzó a concentrar multitudes una vez sonó el silbato final en el España-Francia. En ese punto entraba en apogeo el dispositivo especial de Guaguas Municipales para la ocasión. Otra novedad que también cambiaba la fisonomía de la fiesta. Más de 40.000 plazas ofertadas en cinco líneas 2, 12, 17, 30 y 21) y un servicio especial desde Tamaraceite, que trasladaban al público para descargarlo en el Auditorio o el Mercado del Puerto, con la ayuda de calles 'sólo Bus' sólo en esta noche, como lo fueron Albareda y Juan Rejón.

En el Auditorio también había novedad a señalar: San Juan en Llamas, LPA vídeo Mapping. Un espectáculo diseñado para lucir en las paredes del recinto de El Rincón, y primera aplicación práctica en la ciudad de este despliegue visual de nuevas tecnologías. De ahí que la zona (cierto, con la ayuda previa del fútbol) volviera a reclamar el protagonismo perdido en los tiempos del lanzamiento simultáneo de fuegos artificiales desde los dos extremos de la playa de Las Canteras.

Los de La Puntilla, eso sí, se mantenían como principal motivo para comparecer en la arena o, en su defecto, en el paseo y bares aledaños, que, como siempre, atendían a sus fieles.

Otro dato: el sábado ayudó a que la movilización fuera general en el entorno Puerto de Las Palmas de Gran Canaria. En 2011, en jueves, 90.000 personas se desplazaron hasta Las Canteras para vivir la explosión de voladores lo más cerca posible. Y ayer no faltaron, en mayor medida, los grupos que se aposaron a pie de playa para comenzar la noche de fiesta con la excusa de los artificios y el apoyo de un público cuyo espectro iba desde los habituales grupos de jóvenes a las familias y los curiosos con afán de hacerse el encontradizo.

Se prestaba la ocasión para ello., por mucho que la amenaza medusa disuadiera a los más melindrosos de entrar en el Atlántico con objeto de proceder al baño purificador. A otros y otras no les pudo la psicosis del aguaviva, y procedieron con ello.

Algún volador sonó antes de tiempo (no necesariamente en Las Canteras), consecuencia del triunfo de La Roja . Una pista de que el ánimo elevado con origen en el fútbol iba a incidir directamente en el espíritu festivo. Porque, esa es otra, el esfuerzo del Ayuntamiento por celebrar la fundación de la ciudad no acaba de calar hasta el punto de que la pasada velada deje de ser la de San Juan." En todo caso, dichosa coincidencia en el calendario: que al final, cualquier excusa es válida si se trata de celebrar. Sea por el santo, la urbe o Xavi Alonso....