"Nos llama la atención que hay un excesivo recelo a la mínima intervención sobre rasante que plantea el Club Natación Metropole, cuando existe en estos momentos en la misma parcela una de un tamaño superior en volumen, altura y dimensiones como es la terraza Tao". El estudio Además Arquitectos, ganador en el año 2006 del concurso público que convocó la entidad para reformar sus instalaciones deportivas y sociales, se defiende así de la aparente protección que hay sobre el entorno paisajístico de Ciudad Jardín y que esgrimen funcionarios y políticos municipales para impedir que el club lleve a cabo su proyecto.

Los arquitectos Fernando Pons y Eleonora Bocci explicaron ayer que en "todo momento el proyecto se desarrolló bajo la normativas del plan general vigente. No tenía sentido proyectar algo irrealizable económicamente o que incumpliese la normativa correspondiente", insiste Fernando Pons, responsable del estudio que lleva funcionando en la capital desde principios de los noventa del siglo pasado y entre cuyos trabajos figura el Parque Científico, Tecnológico y Marino en Taliarte, inaugurado recientemente.

Además Arquitectos insiste en que se cumplieron los artículos marcados en el Plan General para el solar del Metropole. Es decir, los de una parcela deportiva. En este caso, el Plan General aclara que por "su especificidad funcional, cantidad, dinamismo e importancia dentro del desarrollo de la ciudad se considera su tratamiento diferenciado respecto a las ordenanzas zonales y otros títulos incluidos en estas normas urbanísticas".

El proyecto diseñado para el Metropole consistía en construir bajo rasante una piscina cubierta de 25 metros y cuatro calles y reubicar encima las actuales canchas de pádel y squash. También se construiría un edificio para los monitores y nadadores en la zona sur de la parcela.

Pero la pieza clave por la que Urbanismo no concedió la licencia al Metropole fue la modificación de la entrada al edificio. El nuevo hall, que serviría a su vez de corredor central panorámico sobre las piscinas ya que llegaría hasta el linde de la avenida marítima y donde se ubicaría también la cafetería, respetaba los cuatro metros de altura pero con una pieza de 16 metros de ancho por 38 metros de largo en donde de visualizaría la imagen corporativa de la entidad deportiva.

Pons explicó que se le aplicó la normativa de las viviendas de Ciudad Jardín y siguen sin entender por qué tampoco el nuevo Plan de Ordenación Urbanística les da vía libre. "Si hubiese existido algún catálogo de protección, como el que existe de edificios en la capital, también nos hubiésemos regido por él, pero simplemente no existe".