La calle Fernando Guanarteme iniciará en septiembre una transición hacia un entorno más amable para el peatón y la bicicleta. El Ayuntamiento capitalino, basándose en un estudio de tráfico, ha decidido ampliar las aceras y reducir el paso de vehículos en dos tramos de la calle, y peatonalizar el tercero. En una primera fase, que costará 300.000 euros, se actuará en el espacio que va de la calle León Tolstoi a Viriato. Serán seis meses de obras, desde finales del verano, para eliminar los aparcamientos, hacer aceras más anchas y añadir un carril bici.

"Este proyecto se enmarca en la filosofía que estamos aplicando a la zona en la que queremos recuperar el movimiento comercial y el empuje económico, pero de manera sostenible y saludable", señaló Ángel Sabroso, concejal de Seguridad y Movilidad Ciudadana. "Se trata de que, allí donde sea posible, sin causar problemas de tráfico, podamos conquistar el asfalto en favor de una movilidad sostenible", agregó el edil.

"El tráfico había descendido desde la puesta en marcha del puente de El Rincón y el túnel Julio Luengo, y es el momento", afirmó. De hecho, para llevar a cabo la iniciativa, la Corporación encargó un análisis del tráfico que circula por la calle. La empresa Epypsa (Estudios, proyectos y planificación, S.A) llegó a la conclusión de que Guanarteme es "colectora de tráficos locales", y principalmente aporta una función de "encauzamiento de tráficos" que finalmente se vierten sobre la red de la ciudad por medio de sus intersecciones principales (Plaza de América, Simancas y cruce con Olof Palme). Dividió la calle en tres partes y observó que "existe un tramo central cargado", mientras que los extremos están más liberados. De hecho, consultora considera que los extremos registran ahora unos 700 vehículos por hora menos de los que pueden acoger. En cuanto al tramo central, el de la primera fase, la cifra es más ajustada, pero aún hay margen. Circula una media de 801 coches por hora, cuando la capacidad actual es de 900. Por eso, señala que "el tramo central, hasta Olof Palme, no debe ser peatonalizado, pues tiene unas intensidades de tráfico de una entidad que podría causar un impacto no deseado". Para éste, que es el de la primera fase de actuación, se prevé la reducción a un carril.

En cuanto al tramo final, de Olof Palme hasta el cruce con Simancas, y desde allí, hasta la plaza de América, en el sentido del centro comercial Las Arenas, el estudio recomienda también que sólo haya un carril, ya que, como se ha dicho, su capacidad supera con mucho el tráfico que soporta actualmente.

Pero sí hay una zona para la que se recomienda la desaparición del vehículo privado. "El tramo inicial de la calle, hasta la plaza Fray Junípero, puede ser peatonalizada sin grandes impactos sobre el tráfico, incluso si se incluye la calle Martínez de Escobar a su paso por la plaza".

Con estas indicaciones, el Ayuntamiento ha tomado la determinación de abordar la intervención, con un coste total de 2.450.000 euros, que serán financiados por el Plan de Cooperación con el Cabildo de Gran Canaria. Las partidas para 2013 y 2014 también están consignadas en los presupuestos, según avanzó el concejal de Movilidad Ciudadana.

"Queremos que la zona esté conectada por corredores peatonales, con la filosofía que hemos aplicado, por ejemplo, en la calle Tenerife", argumentó Sabroso.

Cuando se pregunta al edil cómo han respondido los vecinos y comerciantes a esta iniciativa, lo tiene claro: "Es una demanda histórica, esta calle necesita una intervención urgente, y en algún momento teníamos que empezar". Uno de los detalles que contempla el proyecto es el de mejorar las entradas de los comercios para atraer a los clientes.

Por supuesto, se darán todas las facilidades a los servicios públicos de transporte, en la misma línea de facilitar una movilidad más sostenible en la zona.

Otra de las actuaciones que están previstas más adelante es convertir un solar que hay en frente de la iglesia del Cristo, en la calle Olof Palme en una gran plaza con un quiosco.