Los informes que maneja Radisson sobre las necesidades del hotel Santa Catalina en materia de renovación prometen una inversión necesaria de entre 12 y 15 millones de euros. La modernización de las instalaciones se haría, en todo caso, si lograsen el arrendamiento en 2017, año en que vence la concesión a la empresa de Juan Padrón, Hotelera Nueva Canaria SA.

Fuentes conocedoras de la postura de la empresa noruega aseguran que la hotelera internacional no invertirá "ni un duro más en el hotel" hasta que termine el actual arrendamiento que, si no es liquidado antes por el dueño, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, vencerá en 2017.

El compromiso de compraventa de acciones suscrito entre Radisson y Padrón señala cómo se financiarán las reformas. En el caso de que el actual arrendatario se mantenga en la sociedad con un 25% de las acciones, no estará obligado "a desembolsar capital alguno desde el exterior", se destaca en el contrato. Será Radisson, no obstante, la empresa que aporte el capital necesario y le restará a Padrón la proporción que le toque afrontar, "con los dividendos futuros que le correspondan de los resultados societarios".

Hay que recordar, como publicó este periódico en su edición del pasado martes, que los técnicos de la cadena hotelera ya han comprobado las instalaciones y el estado en que se encuentra el cinco estrellas. Tras la revisión, se mantuvo la oferta sobre el hotel.