Su palmarés está trufado de importantes títulos internacionales, pero hace dos años que dejó de practicar kárate, quizá porque los recuerdos de su paso por el gimnasio Torres Baena la persiguen muy de cerca. "Sufría abusos sexuales todos los días, antes y después de los entrenamientos, porque Fernando siempre encontraba el momento", declaró ayer la testigo 33 del caso Kárate, la trama de abusos y corrupción de menores que se juzga desde el pasado 3 de mayo en la sección sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas.

La víctima comenzó a practicar kárate a los 13 años en la Ciudad Deportiva Martín Freire, pero Fernando vio sus cualidades y se la trajo a su escuela. "Eres puro movimiento, quiero hacerte campeona", le dijo entonces su nuevo maestro, Fernando Torres Baena, principal acusado de la trama junto a María José González, Ivonne González y Juan Luis Peña, todos profesores en el citado gimnasio. Así empezó una relación muy estrecha en la que el sexo se convirtió, muy a pesar de la alumna, en parte central de su entrenamiento diario.

"¿Cómo le va a ganar un cinturón amarillo a otro marrón si no eres capaz de relajarte para acostarte conmigo? Tienes que estar por encima del contrincante. Todo este conocimiento sexual te hace superior sobre el tatami". De esa manera, con reflexiones de ese tipo y alusiones a otros campeones que supuestamente pasaron por eso, Baena logró doblegar la voluntad de su alumna, quien, varias veces, se resistió a las relaciones ante la imposibilidad física de completarlas. "La primera vez lo intentó pero no pudo. Era una niña, tenía 14 años y me dolía mucho", testificó.

Presión

Luego vino el "machaque" moral, "la charla de cuatro horas" y la ayuda de María José. "Cuánto más conozcas tu cuerpo, mejor serás en el kárate. Tienes que empezar a tocarte la almendrita", le aconsejó la pareja de Baena.

A partir de ese momento, la adolescente se convirtió en habitual de los campamentos organizados por Baena en su casa de Vargas. "Estaba todo el tiempo de una habitación a otra, había días en los que tuve relaciones hasta con cuatro personas. No sólo sufrí abusos, conmigo hicieron una masacre", testificó esta campeona mundial de kárate para explicar, con valentía, la naturaleza de su drama.

"Fernando me confesó con orgullo que había estado con más de 100 niños, y María José, con 50", sostuvo la perjudicada ante el tribunal. "Para mí era el mejor entrenador del mundo. Ahora tengo miedo de lo que pueda mandar hacer a otras personas". La afectada describió varios episodios violentos protagonizados por Fernando, uno de ellos cuando le comunicó que dejaba el gimnasio porque se había enamorado de otra persona.

También declararon ayer tres testigos más, de los que dos admitieron abusos. Uno de ellos, el número 32, afirmó que perdió la virginidad con María José como regalo por su 14o cumpleaños.