Compromiso por Gran Canaria y Nueva Canarias exigieron ayer que no se traspase el hotel Santa Catalina, porque lo prohíbe el contrato suscrito por el Ayuntamiento capitalino con Juan Padrón y su sociedad, Hotelera Nueva Canarias SA en 1994. El acuerdo, que tiene validez hasta 2017, deja claro que no se puede "traspasar, subarrendar o ceder" el inmueble a terceros. Ambas formaciones defienden la titularidad pública del edificio y cuestionan la operación de compraventa de acciones realizada el pasado mes de junio entre Padrón y la empresa noruega Radisson, en la que ésta pagaría 2,5 millones de euros al empresario canario para explotar el hotel a cambio del 75 % de la arrendadora actual, tal como informó este periódico el pasado domingo.

"Si parece un buen negocio para Radisson, ¿por qué la operación la hace un concesionario que no cumple y no el Ayuntamiento?", se pregunta el concejal de Nueva Canarias, Pedro Quevedo. La portavoz de Compromiso, Nardy Barrios, por su parte, advierte de que Radisson no va a invertir en el hotel "sólo por los cinco años que le quedan a Padrón de concesión".

La prohibición de traspasar, subarrendar o ceder "cualquier forma de la industria arrendada o cualquiera de los elementos que la integran" -como así figura en el contrato- puede quedar, sin embargo, en agua de borrajas si hay un acuerdo entre el consejo de administración de la Empresa Municipal Santa Catalina, propietaria del inmueble, y el arrendatario ya que se trata de un alquiler entre dos partes, puesto que el concurso público por el que se adjudicaba el hotel en 1994 quedó anulado al "declararse desierto" por no poder cumplir el adjudicatario las condiciones del pliego de condiciones. El propio acuerdo de compraventa suscrito sobre el hotel entre Padrón y Radisson aclara que el contrato no tiene validez si no se cuenta con el visto bueno del Consistorio.

El acuerdo especifica, sin embargo, que sólo pueden cederse a terceros servicios como "bazares, peluquerías, manicura, limpiabotas, guardarropas o periódicos". En el caso de la cocina, el restaurante y los servicios de administración y gestión del hotel deben contar con la autorización de dicho órgano municipal.

¿Pero a qué responde entonces la actuación de Juan Padrón de comprometerse con la empresa con una prohibición expresa en el contrato y sin el visto bueno del consejo? Para Barrios no sería más que una "declaración de intenciones", aunque detrás se escondería una advertencia del empresario al Ayuntamiento ante la presión de éste por romper el contrato por un incumplimiento de las cláusulas. Y apunta que, si eso es así, la empresa Radisson no estaría interesada sólo "por los cinco años que le quedan a Padrón de finalización de contrato".

"Lo que pretende el alcalde es aburrir a Juan Padrón, que tiene la concesión hasta 2017, para vender el hotel. Hoy mismo [por ayer] ha hecho unas declaraciones en las que dice que ya se verá el futuro del hotel. Pero no puede tocar el hotel hasta 2017 si no llega a un acuerdo con Padrón o hay un incumplimiento de contrato", añadió.

El edil de Nueva Canarias en el Ayuntamiento, Pedro Quevedo, señaló que le resulta "insólito" que se esté hablando de una venta, cuando la concesión no finaliza hasta 2017. "Estamos hablando de una venta en la que el Ayuntamiento no dice nada y, por el contrario, la compraventa parece un negocio fantástico. En el caso de que fuera así, ¿por qué lo hace un concesionario que no cumple y no lo hace el Ayuntamiento?"

Quevedo insiste en que lo primero que tiene que hacer el Ayuntamiento es comprobar con una auditoria si el arrendatario cumple o no con las condiciones estipuladas en el contrato prorrogado entre Padrón y el entonces alcalde Emilio Mayoral. Y si no es así "rescatar la concesión". Añade que si el Gobierno municipal lo que busca es quitarse a Padrón de en medio y vender el hotel, flaco favor está haciendo a las arcas públicas hablando mal del hotel. "Si está mal se vendería a la baja", agregó el nacionalista. Ambos partidos esperan que el edil de Turismo, Pablo Barbero, que preside el Consejo, aclare el día 24 qué es lo que está ocurriendo con el emblemático e histórico hotel Santa Catalina.