El trece aniversario del ascenso al trono de Mohamed VI, monarca de Marruecos, tuvo anoche su celebración en una fiesta organizada por el consulado del país vecino en el club de golf de La Minilla, en Las Palmas de Gran Canaria. La cita en honor al rey alauita se celebra todos los años.

El monarca, que lleva en el trono desde 1999, convierte este acto en la festividad nacional marroquí y en un evento de celebración para la comunidad. En ella se conmemora la muerte de su predecesor y padre, Hassan II, y el ascenso al trono del décimo octavo rey de la dinastía alauí que reina en Marruecos. De acuerdo con la constitución del país, Mohamed VI ostenta además el cargo de líder religioso de los fieles.

En el caso de la fiesta de anoche, el cónsul general adjunto en Canarias, Abderrahim Mouzayane, aprovechó para agradecer la solidaridad, atención y facilidades que se les ofrecen tanto al Consulado como a la comunidad marroquí, que cuenta con 37.000 residentes en las Islas.

Abderrahim definió este evento como "una forma de representar la relación del rey hacia su pueblo y del pueblo para su rey y su familia, es una correspondencia recíproca". Además, consideró el acto "como una ocasión para la comunicación entre Marruecos y Canarias", así como "una oportunidad de comunión entre ambas comunidades, reuniendo a representantes de ambas partes y sus relaciones, ya sea militar, civil, institucional, cultural o empresarial".

La terraza Albatros del Club Las Palmeras Golf, en La Minilla, fue elegida, un año más, como el lugar idóneo para esta conmemoración. Al evento acudió la delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento; Óscar Ovejero, presidente de Hispáfrica, asociación para la atención social de marroquíes residentes en Canarias; Pablo Barbero, concejal de Turismo capitalino; el exsenador José Macías; Ramón Moreno, expresidente de la Asociación de Amistad y Cooperación Canario-Marroquí; Jürgen Flick, del grupo Flick; y representantes del cuerpo diplomático, así como autoridades parlamentarias, empresariales, políticas y sociales de las Islas.

"Se trata de una ocasión, que es festividad nacional para Marruecos, donde se felicitan por las acciones realizadas durante el año y también repasan todo lo acontecido, las obras y los trabajos del gobierno y del rey durante ese periodo", manifestó el cónsul.

Los asistentes disfrutaron del cóctel que se ofreció en la terraza del Club, donde se pudo degustar una muestra de comida típica marroquí. Fue el momento en que se rompía el ayuno propio del mes sagrado musulmán del Ramadán.