"Esto es un sinsentido, ¿a quién va a favorecer exactamente?", se preguntaba ayer un vecino enfurecido, mientras los operarios iniciaban las obras para peatonalizar Mesa y López. El primer día de cierre dela subida de Mesa y López se saldó con una sensación de malestar y rechazo casi generalizada. Comerciantes, taxistas y conductores lideraron las quejas contra esta medida, puesta en marcha por el Ayuntamiento con el objetivo de reactivar el comercio de Mesa y López.

Los trabajos comenzaron desde primeras horas de la mañana, poco después de que la Policía Local desviase el tráfico a la calle Juan Manuel Durán. Ni siquiera la ausencia de retenciones en esta calle convenció a los vecinos. "Esto es ahora, espera que llegue septiembre, o la famosa vuelta al cole", auguró Jorge Ruiz, comerciante de la zona. Los operarios comenzaron por el tramo comprendido entre la plaza de España y la calle Galicia y se emplearon a fondo en los traslados de los pasos de peatones, la retirada de bolardos y todo lo necesario para comenzar a pintar el pavimento a partir de mañana.

La obra más importante se inició en la esquina de Mesa y López con la calle Galicia y tiene como objetivo ampliar la mediana para posibilitar que la línea de Guaguas número 25 pueda girar por la zona. Hasta que se termine la obra, esta línea será desviada por la calle Menéndez Pelayo. Esta es la única ruta que se desviará. Las demás continuarán parando en Mesa y López, al lado de la rambla.

Además de la incertidumbre sobre la futura marcha de los negocios, los comerciantes criticaron que no se nivele el pavimento de la zona peatonal con el de la rambla, lo que generará un "tremendo desnivel". "Esto es una chapuza mal estructurada, no sé de dónde lo han copiado", enfatizó Vicente Cruz, vecino de Mesa y Lopéz, que añadió que "por lo menos se puede arreglar fácil. Si no funciona se vuelve a abrir al tráfico y punto".

Los comerciantes son los más descontentos con el proyecto. No creen que sus ventas vayan a incrementarse después de la peatonalización. Ni siquiera los vendedores de cupones de la Once ven fructífero el nuevo plan para Mesa y López, "esto es politiqueo, va a hundir los negocios de la zona", argumentó Carlos Artiles. Pero lo peor no estuvo en la avenida de Mesa y López. En la calle Juan Manuel Durán, donde ya no se permite el estacionamiento de ningún tipo de vehículo a ninguna hora, la indignación era mayor. Los comerciantes de dicha calle denunciaron que el aumento del tráfico no va a mejorar "la cosa; más bien lo contrario. Ahora no pueden parar ni para recoger la comida", añadió Ruiz. Los guardias no dieron tregua a ningún conductor que pretendía hacer una parada rápida y estacionar, mucho menos. Ya desde la noche anterior, muchos automovilistas se encontraron con una multa en el parabrisas por estacionar en Juan Manuel Durán, Mesa y López , Néstor de la Torre o en la Plaza de España. "No dan un respiro a ningún coche", afirmó Ruiz, que miraba con enfado como no dejaban parar a ninguno de sus clientes en la puerta del establecimiento.

Los vecinos, por su parte, están consternados con el cambio, "Esta calle no es Triana, no hace falta peatonalizarla, Triana es estrecha. En cambio Mesa y López ya es lo suficientemente ancha para los peatones", criticó Cruz, que sostuvo que "si se soterrasen las calle que atraviesan la avenida tendría más sentido". En parecidos términos se pronunció el comerciante Rogelio García, quien acusó al Ayuntamiento de quitarle a la zona "más de 500 aparcamientos". "Esto es un disparate, hay otras alternativas mejores, si no quieren deprimir Mesa y López, como ampliar la rambla". Muy enfadada se mostraba también Francisca Cruz, una taxista que se preguntaba si la finalidad de la obra "era fastidiar a los taxistas. Como hay tanto trabajo, sólo faltaba ahora que nos quitaran una de las mejores paradas de la ciudad y no nos dejen pasar libres por el carril. No hay derecho".