La asociación de vecinos de la Vega de San José prepara la apertura de un comedor social en el barrio, que esperan abrir antes de que acabe el año. El colectivo ya tramita la cesión de la Escuela de Hostelería y Turismo ubicada en el barrio, para instalar allí un comedor de auxilio para las "cada vez más numerosas" familias sin recursos en la zona. La asociación también organiza un reparto de comida en la zona, y espera poder ampliar sus planes a todo el área del Cono Sur en un futuro cercano.

Óscar Roque, presidente de la asociación vecinal, explicó que "llevamos trabajando en esto desde abril", y que incluso han mantenido conversaciones con el Gobierno de Canarias y distintas organizaciones no gubernamentales (ONG) para conseguir los medios necesarios con los que atender a familias cuyos miembros "se han quedado todos en el paro, no tienen más recursos para subsistir y, desgraciadamente, cada vez son más en nuestro barrio".

En la actualidad, la parroquia de San José ya atiende a más de doscientas familias que no tienen qué comer, y que demandan un auxilio de primera necesidad. También en sintonía con el párroco, Policarpo Delgado, el colectivo vecinal ha pedido el uso de la escuela de Hostelería y Turismo, para instalar en el lugar un comedor social que amplíe la cobertura de ayudas en la Vega de San José.

Roque comentó que "ya hemos mantenido conversaciones con Cruz Roja, con la consejería de Educación y con el Banco de Alimentos", para emprender una iniciativa en la que los propios ciudadanos ejercerían de voluntarios para ayudar a sus vecinos.

El presidente de la asociación indicó que "sabemos que Cáritas ya no da abasto, y que la situación es mala y puede ir a peor". Además, explicó que dentro del plan del colectivo se incluye habilitar un reparto de comida que alivie a las familias con más necesidad en la zona.

Carencias

"Todo esto surgió en poco tiempo", señaló Roque, quien se muestra esperanzado de que el comedor social y la distribución de alimentos esté en marcha antes de que concluya el presente año. La iniciativa revela las carencias que ya padecen muchos residentes en la Vega, que, en total, cuenta con unos 17.000 vecinos.

"Es mucha la necesidad", advierte Óscar Roque, que prevé tiempos difíciles para San José. Algo ante lo cual la asociación no ha permanecido de brazos cruzados. Su plan ampliaría otras actuaciones protagonizadas también por vecinos, como la que otra asociación desarrolla también en el barrio de El Polvorín, con reparto de comida incluido. Esto es, una respuesta ciudadana ante la crisis.

Precisamente en la tarde de ayer, El Polvorín vivía una de estas acciones, con la distribución de alimentos y un censo ciudadano del estado de necesidad de sus residentes. En San José, Roque recordó que "somos los vecinos los que nos estamos organizando, y hay personas en las instituciones que nos quieren ayudar".