Enrique García y Susana Gemmel llegaron a Gran Canaria en noviembre de 1981 con bastante experiencia laboral en restaurantes de Londres y Liverpool. En un local de esta última ciudad británica, incluso, lograron una estrella Michelin. Comenzaba la década de los 80 y Enrique, canarión de nacimiento, se decidió a regresar a su tierra tras varios años en el Reino Unido, junto a su esposa. Ambos traían consigo los conocimientos culinarios y las ganas por montar un negocio. Primero fue el restaurante La Cocotte, en 1984, y más tarde la tienda de comidas homónima que abrieron en León y Castillo en 1987 y que esta semana cumple sus primeros 25 años de vida.

"Enrique es canario, y siempre soñó con volver a la Isla", rememora Susana Gemmel, "en 1981, cuando volvimos de Inglaterra, mi hija Emma tenía ocho años y nos parecía lo mejor para ella y para nosotros montar un negocio de este tipo ya que aquí teníamos una familia muy numerosa". Susana reconoce que los principios fueron duros por los problemas para montar la empresa, pero que luego todo ha evolucionado más o menos favorablemente.

"Nos atraía la idea de hacer comida de calidad, que hasta entonces sólo se comía en los buenos restaurantes, platos accesibles a todo el mundo; también preferíamos la idea de una tienda para poder tener más tiempo con la familia y poder cocinar en casa y cenar con nuestra hija".

Susana Gemmel explica cómo en los años 80 no era habitual que se vendiesen platos ya hechos para llevar y que incluso "había amas de casa que se disculpaban cuando hacían un pedido, como si por no cocinar un día cometieran un delito". "También notamos entonces que en el grupo de nuestros amigos y familia la tradición del ama de casa con mucho tiempo para cocinar comida buena y saludable para toda su familia estaba empezando a desaparecer", relata Gemmel, "las mujeres salían cada vez más a trabajar pero seguían con la carga de tener que poner la comida en la mesa; por eso pensamos que también sería una buena idea vender platos caseros de todos los días al lado de los platos más gourmet estilo restaurante". La británica reconoce que ahora es distinto. "Eso ha cambiado muchísimo; ahora las mujeres nos dicen que cuando les toca cocinar a ellas vienen a nosotros".

Susana Gemmel reconoce que de todos los momentos duros que han vivido en los 25 años del negocio, pocos recuerdan como la crisis económica actual. "Este es el momento más duro de varias generaciones y nos afecta a todos. Lo estamos sobreviviendo y afortunadamente no hemos tenido que perder a nadie del personal", relata, "también hay gente que ya no va tanto a los restaurantes y acuden a nosotros para sus reuniones con familia y amigos. Eso nos ha obligado a trabajar más duro".

Además de a la sociedad canaria, Susana Gemmel, su esposo e hijas han visto evolucionar también los gustos culinarios locales. "A través de los años hemos visto cómo platos extranjeros se han ido convirtiendo en parte del menú cotidiano del canario", señala, "por ejemplo, las pastas ahora figuran entre los platos típicos de una familia canaria, y cada vez son más los platos de otros países que se van incorporando al menú familiar isleño".