En el pleno del Ayuntamiento de Las Palmas del 6 de septiembre de 1912 se resolvieron muchos asuntos: alumbrado, tuberías, licencias de obra, incluso cuestiones castrenses, pero ni rastro del centenario de su nacimiento, como consecuencia de la Constitución liberal de 1812, La Pepa. Igual que ha ocurrido esta semana con el bicentenario, el alcalde, Felipe Massieu y Falcón también dejó pasar la fecha que puso a la ciudad en el mapa de los municipios modernos.

Los periódicos LA PROVINCIA y Diario de Las Palmas reflejaron, cada uno en su estilo, los acuerdos a los que llegó el pleno aquel día, y, en el primero, se publicaba una deliciosa entrevista o "interview" con el alcalde. Pero, ni una línea de los cien años del Consistorio.

El magistrado Felipe Massieu y Falcón, del Partido Liberal Canario y afín a las ideas de Fernando León y Castillo, había nacido en la capital de la Isla, fue diputado a Cortes y tuvo un papel preponderante en la resolución del problema del abasto de agua de la ciudad. Aquel día presidió el pleno, que componía junto a 19 concejales. En la época, con la llamada Restauración borbónica, no existía el sufragio universal. Los partidos Liberal y Conservador se repartían el poder en un sistema por esencia antidemocrático que se llamaba turnismo. No obstante, en el mapa político del país, aquel septiembre de 1912, había ya otros colores, como los republicanos, e, incluso, los socialistas, con un escaño que ocupó Pablo Iglesias tras ganar su plaza en las elecciones de 1910. Ocupaba la Corona Alfonso XIII, y el Gobierno, José Canalejas. El gallego tenía en mente una serie de reformas en contra del caciquismo y el fraude electoral, pero se vieron truncadas en noviembre de 1912 por un atentado anarquista que acabó con su vida.

En aquella España plagada de analfabetismo, que había perdido las colonias y tenía por delante el Desastre de Annual, los señores reunidos en el pleno andaban a vueltas con una deuda del Ayuntamiento. "Terminado el orden del día, el concejal Díaz Curbelo pide a la Alcaldía que para la próxima sesión se dé cuenta del estado de los fondos municipales, pues 'oigo con frecuencia', dice, 'que el Ayuntamiento debe 150 mil pesetas por una parte, 160 mil a otro señor dos años por el coche fúnebre del puerto o la botica para los pobres", relata un periodista en un artículo de LA PROVINCIA. "La administración municipal ha sido desastrosa", sentenciaba el concejal. El alcalde, por su parte, animaba a su oponente político a mirar los libros de contabilidad, "siempre a la disposición de los concejales".

La sesión sirvió para dar unas cuantas licencias de obra. A doña Josefa del Castillo Olivares le dejaban construir una casa de planta alta en la calle López Botas. José Santana también podía hacer lo propio, pero en la carretera Las Palmas-San Mateo. Se autorizaba hacer una conducción de una tubería de gas a Pedro Brasberg, que estaba avalada por los técnicos del Ayuntamiento; y otra de agua al señor Rafael Navarro Soler, a Marzagán.

Alquileres

En aquel pleno también se estudió un informe para conceder un permiso de alquiler de una casa para convertirla en Escuela de Niños y quedaba constancia de dos cuestiones militares. Por un lado, "la corporación se entera de una comunicación de la comisión mixta de Reclutamiento declarando soldado condicional al mozo Benito Alemán". Y por otro, "se acepta el informe dado por el negociado correspondiente en el recurso de alzada interpuesto por la madre de D. Sebastián Saavedra contra el fallo de la Comisión Mixta de Reclutamiento que le declaró soldado". Del centenario, nada.