El buque escuela de la Armada Argentina lleva recorridas más de 900.000 millas náuticas y ha formado a más de 11.000 marinos. Este fin de semana hace escala en el Arsenal Militar de Las Palmas dentro de su viaje de instrucción número 43 y tras ser objeto de una amplia remodelación. El espectacular velero, con 103 metros de eslora, tres mástiles, 2.683 metros cuadrados de velas y con 329 tripulantes podrá ser visitado por los canarios este domingo en horario de tarde.

"La fragata Libertad atraca por decimosexta vez en Las Palmas, un puerto muy amistoso y que tiene una entrada muy tranquila", destacó ayer el capitán del buque escuela de la Armada Argentina, Pablo Lucio Salonio, tras arribar al Arsenal Militar de Las Palmas. Marineros de pie sobre las 15 vergas de los tres mástiles del navío rindieron honores a la llegada a la capital grancanaria.

El buque escuela lleva a cabo su 43er viaje de instrucción circundando el Atlántico Sur. La travesía se inició el 2 de junio y terminará el 8 de diciembre. De Buenos Aires fue a Brasil, Surinam, Georgetown (Guyana), La Guaira (Venezuela), Funchal, Lisboa, Cádiz, Casablanca y Las Palmas de Gran Canaria, donde estará hasta el próximo lunes, para dirigirse luego a Senegal, Ghana, Angola, Sudáfrica y retornar por Brasil, Uruguay y volver a Argentina con paradas en Mar de Plata y Buenos Aires.

"Están programadas 22.000 millas y tenemos un grupo de 329 personas entusiastas por toda la experiencia marítima que significa este barco", apuntó Salonio en su comparecencia ante los medios de comunicación, en la que le acompañó el cónsul de Argentina en Canarias, Pablo de Angelis, y el agregado militar de la Embajada de Argentina en España, Zenón Bonino.

El buque escuela lleva a 110 guardiamarinas, aspirantes que están en su quinto año en la Escuela Naval Militar, y formalizan su instrucción con esta práctica de navegación de seis meses. El capitán del barco indicó que navegar a vela es un "experiencia marítima muy intensa y eso produce una marca en su acervo profesional que le acompaña para el resto de su vida".

Tecnología

La fragata, que realizó en 1963 su primera travesía formativa, fue actualizada entre 2004 y 2007, dentro de la denominada reparación de media vida. El Libertad mantiene la estampa de los veleros de guerra más tradicionales con maquinarias modernas. Dispone, al respecto de dos motores y hasta dos simuladores de navegación en los que practicar . "Es igual que el puente de mando. Nos simula una situación con lluvia, mareas o niebla y tienes que responder de manera adecuada ", explicó la guardiamarina en comisión, Valeria Leguizamón.

A pesar del limitado espacio que tiene, el interior del navío es un pequeña ciudad flotante. Distribuida en cinco plantas, el buque escuela argentino, tiene estancia para atender todas las necesidades de cualquier persona en tierra.

Así no falta ni un quirófano, que afortunadamente no ha sido usado en este viaje, ni una sala de dentista, por la que el jueves pasaron cinco marineros, como tampoco una sala de examen clínico y radiología. En el barco viajan dos médicos, un cardiólogo y un cirujano, así como cinco enfermeros. También va un bioquímico, encargado de velar por la óptima potabilización de los 5.000 litros de agua desalada que se consumen cada día de navegación.

La fragata de la Armada Argentina dispone también de salones donde comen y disfrutan de su tiempo libre en el barco. Cuando llevan bastantes jornadas sin tocar puerto, el personal organiza alguna fiesta o baile para romper la monotonía.

El capitán del Libertad recordó que entre las misiones del buque escuela está la de contribuir a la política exterior y fomentar las relaciones internacionales, estrechando los vínculos de amistad con todas las Armadas. Así expuso que en este viaje de instrucción van 30 guardiamarinas de marinas extranjeras, la mayoría de países de Sudamérica.

Los itinerarios de la fragata se intentan cambiar, según las invitaciones que les llegan para hacer escalas por las distintas armadas y, se programan con casi tres años de antelación, según respondió Salonio, quién también comentó en cuanto al diseño del buque escuela argentino, la particularidad que se trata de una fragata, mientras que el Juan Sebastián Elcano, el homónimo de la Armada Española, es un bergantín goleta, al igual que el Esmeralda, de la Armada Chilena.

Desde 2001, la Libertad cuenta con la consideración de embajadora de la República Argentina para fines protocolarios. Los marineros argentinos le han puesto por ello el cariñoso mote de embajadora de los mares por sus periplos que anualmente realiza sobre todo por el Atlántico Sur.