El registro de amarre en el Puerto de Las Palmas contabilizaba esta semana un total de 205 barcos. Lleno absoluto en todos sus muelles. La entrada de la flota pelágica con licencia en Mauritania en los últimos días ha desbordado la línea de atraque de La Luz. La treintena de estos arrastreros de gran tonelaje permanecerán atracados hasta la renovación de un nuevo acuerdo con el país norteafricano. La situación se prevé que irá para largo ante la movilización de los sectores pesqueros europeos, entre ellos el canario, contra el acuerdo de pesca suscrito por la comisaria de pesca de la UE, María Damanaki, con el ejecutivo magrebí. De bloquearse, las negociaciones tendrían que empezar de nuevo.

El lleno de La Luz fue total. "No hemos podido liberar más espacio y nos hemos visto obligados a desviar tres pesqueros al Puerto de Santa Cruz de Tenerife", indicaron desde la Autoridad Portuaria de Las Palmas acerca de la entrada masiva de buques. El desbordamiento llevó al equipo que dirige Luis Ibarra a habilitar espacio en el dique de La Esfinge, el más exterior del Puerto, para ubicar unos cinco buques de la flota pelágica procedente de aguas mauritanas.

La mayoría de estos barcos arrastreros pertenecen a la extinta flota de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), que tenían como base La Luz en la década de los setenta y ochenta. Ahora faenan bajo bandera de Rusia, Lituania, Holanda e Islandia. Estos pesqueros de más de 100 metros de eslora pescan en ricas aguas de Mauritania con una tripulación en torno a los 80 marineros.

La solución que acomete la Autoridad Portuaria de Las Palmas con el fin de liberar atraques pasa por eliminar barcos abandonados para lo que ultiman el concurso para conceder la concesión y explotación de la planta de desguace.

"Es fundamental sacar adelante el concurso de la planta de desguace y llevar su adjudicación al consejo de administración de octubre", apuntaron desde el ente portuario.

Los barcos abandonados se han convertido en uno de los principales problemas de Puertos de Las Palmas al ir ocupando un espacio muy necesario para el desarrollo del recinto de la capi- tal grancanaria.

Chatarra

El alza del precio internacional del acero está originando además un inusitado interés por la chatarra al hacerse más rentable. El ente portuario ya cuenta con cinco barcos que pueden terminar siendo adjudicados a un comprador de chatarra. Además, otro cinco más que también están a punto de conseguir comprador. En total, existen una treintena de barcos que pueden llevar el mismo camino, con lo cual se liberarían sus atraques tan necesarios.

La casuística de estos barcos fantasmas es variada y pasan por embarcaciones incautadas por tráfico de drogas o de personas a los que el juez obliga retirar al puerto más cercano, así como buques embargados por el impago de servicios de combustibles o una reparación naval. Algunos de los barcos llevan más de diez años atracados en La Luz pendientes de que se resuelva su situación.

Los barcos embargados han necesitado un servicio adicional de vigilancia, con buzos y remolcadores, para observar la situación de los atracados mucho tiempo, los cuales corren peligro de hundirse, resquebrajarse y hasta verter sustancias tóxicas, suponiendo un peligro para la vida y el tráfico del puerto. Esto añade un gasto de mantenimiento y vigilancia, además de ocupar un espacio que podrían albergar otros barcos.

Para las próximas semanas, el Puerto espera resolver el concurso para la construcción y explotación de una planta de desguace de buques en el Reina Sofía. La instalación ocupará una parcela de 5.734 metros cuadrados en el dique sur del Reina Sofía. De este terreno, 4.184 pertenecen a la superficie terrestre y 1.550 se encuentran en lámina de agua.

Antes de su licitación, la Autoridad Portuaria de Las Palmas había recibido varias solicitudes de información acerca de su concurso. Para los próximos días, está previsto que se abran las ofertas presentadas a esta importante licitación en el recinto de la capital grancanaria.

El Puerto exige al adjudicatario una inversión de 500.000 euros en la planta de desguace. Como compensación se le concederán 14 años de explotación del servicio, aunque el concurso dispone una mayor concesión si se aumenta la oferta económica.

Del medio millón de euros de inversión mínima, 400.000 han de ser reversibles al dominio público portuario una vez finalizado el plazo de ejecución. Las empresas interesadas en la licitación han tenido que presentar un proyecto básico que describa las actividades, obras de infraestructuras, edificación y demolición a realizar, así como posibles efectos medioambientales y en su caso un estudio de impacto ambiental. La concesionaria de la planta de desguace de La Luz tendrá que incluir el gestor autorizado de todos los residuos generados.