El alcalde de la capital grancanaria, Juan José Cardona, ha emprendido una ofensiva contra la suciedad que provocan en la ciudad las deposiciones de los perros y pretende elevar hasta 300 euros las multas de los dueños que no recojan los regalitos que dejan sus animales.

Los servicios jurídicos del Ayuntamiento están estudiando la viabilidad de elevar a 300 euros las multas por no recoger los excrementos de los perros, que actualmente están tipificada como una falta leve y una cuantía de 120 euros en la Ordenanza Municipal de Limpieza Pública. En el caso de que los servicios jurídicos le den el visto bueno, se procederá a modificar la ordenanza, con el objetivo de que la ciudad no se convierta en una especie de pipicán de perros.

En los últimos meses se han puesto en marcha dos parques para perros en el parque Romano y en la zona del Intercambiador y el pasado lunes se iniciaron las obras del tercer espacio para canes en el parque de Las Rehoyas. El parque tendrá una superficie de 2.956 metros cuadrados e incluye un pipicán y una zona con elementos para juegos.

Vigilancia

Según informaron fuentes municipales, de forma paralela a la puesta en marcha de una campaña de concienciación sobre el comportamiento cívico de los dueños de animales, en los últimos meses ha aumentado la vigilancia policial para conseguir que los ciudadanos no dejen olvidados en las calles los restos de sus perros. Las fuentes añadieron que varios policías de paisano ya están recorriendo la ciudad para multar a los vecinos incívicos. Entre los pasados enero y agosto se impusieron 159 denuncias relacionadas con la tenencia de animales, como dejar sin recoger las cacas, no identificar con el correspondiente chip a los canes y otras faltas.