Las declaraciones de los testigos del caso Kárate concluyeron con el testimonio de tres policías ante la sección de la Audiencia de Las Palmas que juzga a los cuatro acusados en este proceso, que se enfrentan a más de 600 años de cárcel por abusos sexuales y corrupción de menores.

Más de un centenar de testigos han declarado ante la sección sexta de la Audiencia de Las Palmas desde que se iniciara el juicio, el pasado mes de mayo.

En la jornada de ayer, dos de los policías que tomaron declaración a varios denunciantes explicaron al tribunal que en el chalé de Vargas (Gran Canaria), propiedad del principal acusado, Fernando Torres Baena, se intervinieron consoladores y vídeos de contenido pornográfico y de zoofilia.

Los niños que presuntamente sufrieron abusos se refirieron a la existencia de ese material en sus denuncias, según señaló la policía identificada como la testigo número 173, quien además incidió también en el temor que infundía sobre ellos la figura de Torres Baena, que ejercía "mucha influencia psicológica" entre los alumnos de su academia.

Esta policía, que fue miembro del Servicio de Atención a la Familia, también dijo que no puede olvidar la declaración del menor identificado como el testigo número 3, pues, según refirió, le dijo que "pedía a Dios todos los días para que el caso saliera a la luz". Además, la testigo número 173 indicó que asistió al registro del chalé de Vargas y que no se dieron instrucciones precisas para que se buscaran restos biológicos.

Otro de los policías, el número 177, que analizó el materia informático que se intervino, dijo que el contenido que halló estaba relacionado con la práctica deportiva, salvo unas imágenes que se habían borrado de fotografías de personas desnudas y fumando droga.