La Plataforma de Familiares de los fusilados de San Lorenzo ha confirmado ya que al menos tres asesinados durante la represión franquista que se desató tras el golpe de Estado de 1936 se encuentran enterrados en la fosa común número 2 del cementerio de Vegueta. Se trata del sindicalista Francisco González Santana y el que fuera alcalde Juan Santana Vega, ambos de San Lorenzo y fusilados tras un consejo de guerra en 1937; y el periodista Manuel Hernández, que fue asesinado a palos en Gando. La plataforma presentó ayer una demanda judicial en el Decanato de los juzgados de la capital grancanaria en la que solicita al juez que ordene la exhumación de los restos de todos los represaliados que se encuentran en la sepultura, en la que calculan que fueron depositados al menos 50 represaliados por la sublevación militar que auspició el dictador Francisco Franco.

Pino González, nieta de Francisco González Santana, expresó ayer su esperanza en que el juez atienda la demanda, ya que lo único que pretende la Plataforma con la apertura de la fosa es "identificar a los represaliados y desaparecidos y darles un enterramiento digno".

González criticó ayer el "ocultismo" que se produjo tras el fusilamiento de su abuelo, "porque nunca les dijeron a las familias dónde estaban enterrados. Mi abuela", añadió, "murió sin saber dónde estaba enterrado su marido y nosotros nos enteramos el año pasado, tras recorrer los cementerios de la Isla, de que nuestro abuelo estaba enterrado en la fosa número 2 de Vegueta, después de pedir un certificado de defunción".

El abuelo de Pino González y el que fuera alcalde comunista de San Lorenzo fueron fusilados en el campo de tiro de La Isleta junto a otros tres republicanos del pueblo, Antonio Ramírez Graña, secretario del Ayuntamiento de San Lorenzo; Manuel Hernández Toledo, jefe de policía de San Lorenzo; y Matías López Morales, secretario del Sindicato Obrero. A todos ellos se les conoce como Los cinco de San Lorenzo. Según Pino González, los tres últimos fueron enterrados en nichos, pero su abuelo y el alcalde acabaron en una fosa común "porque las familias no tenían medios económicos para enterrarlos". "Nosotros buscamos a todos los fusilados y represaliados de la guerra", sostuvo González quien añadió que esta sería la primera vez en Canarias que se abre una fosa en un cementerio. Criticó la eliminación de las ayudas contempladas en la Ley de Memoria Histórica, algo que consideró lógico porque "cómo va a apoyar un gobierno de derechas a una gente que murió por la democracia y la libertad de aquella época".