El velero Via con me (Ven conmigo, en español) tiene una sorpresa guardada en su interior. Por fue- ra es una embarcación normal de 12 metros como bastantes de las que se encuentran en el muelle deportivo de Las Palmas para participar en la Atlantic Rally for Cruiser 2012. Ya es la cuarta vez que lo hace su propietaria, Mari-na Passet. En esa ocasión irá acompañada por otros dos sui- zos y tres alemanes, que repiten la experiencia del año anterior.

La capitana del barco, modelo Bavaria 39 Cruiser, chapurrea un poco de español, mezcla italiano y suizo. "Nos gusta mucho. La organización es fantástica. Aquí se conoce a mucha gente que viene a la regata. Es muy interesante para cambiar impresiones y conocer otras mentalidades", indica Passet con la aprobación de Ingrid y Roland, a los que ha nombrado primer y segundo oficiales. Roland es ingeniero y está entretenido arreglando un enchufe.

La propietaria del Via con me nos desvela su tesoro más importante para cruzar el océano Atlántico sin que las últimas semanas sean insoportables. Ya lleva cuatro expediciones y bastante experiencia marina. "Tengo una lista con las comidas y cenas para todos los días de la ARC en las que se tienen en cuenta los movimientos del barco", expone Marina Passet.

Para los navegantes de este barco, la alimentación se convierte en una de sus principales actividades, tanto en su preparación como en su disfrute. Ellos mismos se denominan como grandes gourmets. Entre los platos que están en el recetario de este particular restaurante están endivias con jamón y salsa de quesos, papas con arroz marino o ensaladas de naranja con sirope de granadina. En la siguiente página, es decir, para las siguientes jornadas, la tripulación degustará un risotto de marisco, gazpacho y macarrones con cuatro quesos. Platos de este tipo se suceden en las tres semanas que tardarán en realizar el trayecto entre Gran Canaria y Santa Lucía.

Marina es agente inmobiliaria en una ciudad en la frontera de Suiza con Alemania. Ahora se ha tomado unas vacaciones por dos meses en los que estará por el Caribe, usando su velero como una especie de taxi para llevar turistas a excursiones marítimas. "Es importante ya que es muy caro comprar un barco pero a la gente le gusta disfrutar el mar", comenta la propietaria del Via con me.

Nuestra anfitriona nos hace un rápido retrato de la ARC. La primera semana es la novedad. La segunda empieza a sentirse el aburrimiento y la tercera "hueles la tierra, pero no la ves y te viene mucho nervio". El mejor antídoto para cruzar el charco está en la buena cocina, La despensa del barco se encuentra hasta los topes de comida y bebidas.