El Puerto de Las Palmas cuenta con 16 kilómetros de muelles, lo que lo convierte en una de las grandes infraestructuras portuarias de Europa y entra entre las 100 primeras del mundo. La magnitud de La Luz es tal que en línea recta se extendería desde la capital grancanaria a Telde o Arucas siguiendo el recorrido de sus conexiones viarias.

El recinto de la capital grancanaria se desarrolla en un total de 15 diques que se han ido construyendo a lo largo de los 130 años de su historia, aniversario que se cumple el próximo 24 de febrero con el comienzo de los muelles Santa Catalina y Grande.

La actual base de cruceros se proyectó como dique de abrigo del dique central que acoge Silos Canarios y Spanish Pelagic, y que ahora será objeto de un dragado para alcanzar un calado mínimo de 12,5 metros y permitir el atraque de los barcos con ayuda humanitaria del Programa Mundial de Alimentos.

El siguiente gran dique que se construyó fue el actual León y Castillo, que se terminó en 1934 y que fue bautizado como el Dique del Generalísimo. La llegada del primer presidente socialista a la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Manuel Barreto, dispuso su cambio de nombre en honor a los hermanos que consiguieron la financiación (Fernando) y redactó el proyecto (Juan) que en 1883 posibilitó el inicio del denominado Puerto del Refugio y de La Luz.

El Refugio se denominaba a la zona del istmo que va desde el hotel AC (el antiguo don Juan) hasta el mercado del Puerto donde vivían los cambulloneros y en cuya ribera tenían los botes donde se acercaban a los barcos para intercambiar mercancías. La construcción de la autovía marítima ocupó parte de estas históricas zonas por lo que decidió poner a los diques construidos tras la avenida con el nombre de Sanapú (el sitio donde varaban los botes) y del Refugio para el dique paralelo al Mercado del Puerto.

Tras estos dos muelles históricos se localizan frente al Castillo de la Luz los diques Pesquero y el Cory, que corresponde a una de las primeras consignatarias inglesas y que también recibe el nombre de Pantalán Fransary. El muelle León y Castillo, con sus casi 3.000 metros de longitud, se convirtió en el centro neurálgico del Puerto de la Luz concentrando todo el tráfico y la primera época dorada de los cruceros. Entre la década de los cincuenta a los setenta llegaron los grandes transatlánticos y grandes personalidades de la época como nunca se ha dado.

Las Palmas fue visitada por el primer ministro británico Winston Churchill, el armador griego Aristóteles Onassis, quien vino en distintas ocasiones con la diva María Callas y Jackie Onassis. Asimismo, arribaron a la capital grancanaria el poeta Pablo Neruda y los artistas Gregory Peck, John Houston y Paul Newman y su esposa Joane Woodward, entre otras personalidades del momento.

En la actualidad, León y Castillo se ha convertido en una de las principales plataformas de tráfico contenerizado del mundo. La Luz ocupa el cuarto puesto en España, e 19 de Europa y el 96 del mundo en el movimiento de contenedores con casi 1,3 millones de unidades al año. La principal terminal es la de Operaciones Portuarias Canarias (Opcsa) con una superficie de 530.000 metros cuadrados y ocho grúas donde se mueven 800.000 container anuales. Mediterranean Shipping Company (MSC), la segunda naviera del mundo, tiene en ella una de sus principales bases.

La Luz es la segunda terminal, con una superficie de 135.000 metros cuadrados y cuatro grúas, mueve 400.000 contenedores por año. Es propiedad del Grupo Boluda. Existe una tercera terminal, LMC, que está en desuso al ser expulsado su concesionario por impago y en la que el Puerto busca saca a concesión para lo que estudia la viabilidad jurídica de otra concesión.

El cierre del Canal de Suez

A finales de la década de los sesenta del siglo pasado se inició el dique más grande del Puerto, con más de cuatro kilómetros de longitud, tres de ellos de línea de atraque. La Guerra de los Seis Días y el cierre de Canal de Suez, provocaron un mayor tráfico en el puerto de Las Palmas por lo que se hizo necesaria la construcción de otro dique.

Su construcción se ha ido realizando en sucesivas fase terminándose el último tramo en los primeros años del siglo XXI. Hoy acoge a las espectaculares plataformas petrolíferas, los barcos cefalopoderos o pelágicos, o grandes graneleros, y en su arranque se sitúan los astilleros de Astican y Repnaval.

En 1979 finalizaron las obras de infraestructuras básica y entró en funcionamiento. De forma simultánea se instalaron varios diques desde la avenida marítima con el objetivo de evitar el oleaje en el puerto interior, dando así origen al actual muelle deportivo.

El Reina Sofía permitió la habilitación del lado naciente del León y Castillo inaugurándose nuevos muelles como el de Gran Canaria, Virgen del Pino, Elder y Cambulloneros. La mayor parte de esta banda está ocupada por las terminales de contenedores.

El crecimiento de la actividad portuaria en el mundo y en un emplazamiento tan estratégico como Canarias demandó la necesidad de crear otro nuevo dique exterior al principios de este siglo XXI, La Esfinge. Este nombre viene al situarse en su cercanía una cantera denominada con ese nombre y del que, curiosamente, se extrajo la piedra para construir el muelle Grande.

La Esfinge cuenta ya con más de 600 metros de línea de atraque, y será objeto de una próxima ampliación de 400 metros, con los que alcanzará el kilómetro. Por lo pronto, ya está en servicio como lugar de salida de la principal línea de Armas, la que une a a los dos capitales canarias. Cuando se culmine su ampliación y el posterior dique de cerramiento se instalará todo el tráfico de la naviera canaria.

Asimismo, el dique más exterior del Puerto de Las Palmas acogerá la llegada de hasta dos grandes petroleros con la puesta en marcha para septiembre 2013 de la terminal de combustible de la multinacional suiza Addax & Oryx. Las previsiones son que se doblará el suministro de combustible en los próximos años con su entrada en funcionamiento alcanzando La Luz una facturación de 4,6 millones de toneladas de fuel al año.

La terminación de La Esfinge tiene una gran transcendencia para el desarrollo del Puerto de Las Palmas. Con su finalización, se ganará una superficie para operaciones portuarias de 450.000 metros cuadrados, con lo que el recinto de la capital grancanaria alcanzará los dos millones de metros cuadrados.

La ampliación de La Esfinge permitirá, a su vez, que en el naciente del Reina Sofía se vayan creando nuevos diques, que acogerán entre otros a los barcos de Armas. y a los que se irán poniendo nombres.