Daniel Santana acabó con el corazón roto la noche del 24 de enero de 2010. El daño que sufrió no fue por mal de amores, no. Un navajazo de Josué Francisco Fajardo, alias Willy, le laceró la aurícula derecha del corazón y casi acaba con su vida. El motivo de la agresión fueron los celos. Desde hacía algo menos de un año Santana salía con la exnovia de Fajardo, Ylenia, y aquella fatídica noche de enero sus vidas se cruzaron en una sala de bingo de la calle Mesa y López.

La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas dejó visto ayer para sentencia el juicio contra Fajardo, para el que la Fiscalía pide una pena de ocho años de prisión. No quedó claro quién comenzó la agresión, ambos se culpan, pero sí coincidieron en señalar que se vieron en el bingo. Santana estaba con Ylenia y Fajardo con Gloria, su novia por aquel entonces. Quedaron fuera y los dos salieron pensando que se iban a pelear.

Según la declaración de Fajardo, él trató de escapar por la puerta de emergencia del recinto y evitar el conflicto, pero Santana le esperaba para atacarle. Por el contrario, según aseguró la víctima, él estaba esperando fuera para ver qué quería decirle el acusado, pero sin llegar a imaginar que aparecería "con una navaja".

Santana afirmó ante el Tribunal que Fajardo "salió por la puerta corriendo" y que, cuando se fue a acercar a él, se dio cuenta de que "llevaba un cuchillo". No pudo esquivarlo. El acusado le dio una puñalada y él huyó en busca de una botella de cristal con la que defenderse, pero tropezó con el bordillo de la acera y cayó al suelo. Allí fue cuando, según relató Santana, le dio "dos o tres patadas".

Ylenia, que había ido a buscar el coche para marcharse de allí, relató que escuchó a Fajardo decir: "¡Ahora qué! ¡Ahora qué!", antes de "darse cuenta" de la cantidad gente que había visto la agresión y "salir corriendo".

La versión del acusado es completamente distinta. Asegura que en el interior del local Santana le dijo: "Tú, maricona, sal para afuera que a ti te estaba esperando". Ya en el exterior defiende que Santana le lanzó una copa de vino que él pudo esquivar, pero que le dio a su novia y ahí fue cuando se "enraló". Entonces, relata que se echó a correr detrás de él "con la navajilla solo para asustarle, no para matarle". De hecho, asegura que "si hubiera querido lo hubiera matado".

En un momento dado, según su descripción, Santana se frenó y le intentó "dar una patada de muay-thai", pero él pudo esquivarla empujándole. "Ahí creo que fue cuando le piqué porque al caer al suelo me dijo: ´Maricona, me apuñalaste", aseguró.

Tras eso, afirma que se asustó y que se fue corriendo con Gloria, que se había quedado petrificada ante lo sucedido. Se montaron en un taxi y tiró por la ventanilla la navaja. "La arrojé porque vi que la puntita de la hoja tenía algo como sangre y me asusté", explicó.

La Fiscalía, además de la pena de prisión, solicita una indemnización para Santana de 4.000 euros. Esta no se incrementó porque los forenses negaron que las operaciones hayan dejado secuelas que le impidan a la víctima seguir practicando muay-thai de manera profesional, pese a que él aseguró que desde entonces ya no pelea.