El fondo marino de Las Canteras se ha convertido en un referente a nivel regional por su gran riqueza en cuanto a flora y fauna. Crustáceos, fulas, estrellas de mar y praderas de algas son algunos de los valores naturales que distinguen este litoral, que abarca más de tres kilómetros de largo. El proyecto de Micro Área Marina de Las Canteras, impulsado por el Ayuntamiento capitalino y promovido por la empresa de divulgación científica Oceanográfica, es una figura protectora de este entorno costero que busca gestionar el espacio desde un punto de vista sostenible. Además, pretende organizar los usos de una forma respetuosa con el medio ambiente que implique a todos los agentes sociales y a la población en general.

Según un artículo de Fernando Tuya, investigador Ramón y Cajal del departamento de Biología de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, y Ricardo J. Haroun, del Centro de Biodiversidad y Gestión Ambiental, se pueden clasificar en dos los ambientes marinos que se observan en Las Canteras: el que se encuadra en el medio intermareal, es decir, "la zona de transición entre la tierra y el mar que queda al descubierto durante las horas de bajamar", según exponen estos expertos; y el del medio submareal, que serían los ambientes siempre sumergidos.

En el primero de los casos, los charcos resultantes de la bajamar permiten disfrutar de una fauna específica que da la oportunidad de observar especies como los cabosos, barrigudas, fulas, pejeverdes y otros productos de interés comercial, como el pulpo y las algas pardas. "Todas estas especies están adaptadas a cambios bruscos en la salinidad, oxígeno, etc.", señalan ambos investigadores en su análisis. La Barra se dibuja como uno de los escenarios frecuentados por aves marinas que acuden en busca de alimentos. Algunas de ellas son chorlitejos, gaviotas y vuelvepiedras, animal cuya coloración varía en función de la estación.

Ambiente más profundo

Ya en el mundo submarino, el tipo de fondo atrae a diferentes organismos. En suelos arenosos priman peces como las arañas, los lagartos y los moluscos cuyo objetivo es dar con algún bocado. Sobre este fondo, los buceadores pueden toparse con "una comunidad marina de gran interés ecológico: las praderas marinas de Cymodocea nodosa, popularmente llamadas sebadales", detallan Tuya y Haroun. Sobre estos espacios crecen organismos de todo tipo, como las algas epífitas (aquellas que viven sobre otra planta), que, a su vez, sirven de comida para otros ejemplares.

Las raíces y los tallos de los sebadales se convierten en alimentos de animales que viven bajo la arena. "Estas praderas submarinas actúan como una auténtica guardería para numerosas especies de peces e invertebrados, ofreciendo refugio y alimento a las mismas, además de contribuir a la estabilización del sedimento y a minimizar el impacto de procesos erosivos sobre la línea de costa", puntualizan ambos profesionales. Sin embargo, también indican que la cantidad que existe de estas praderas en la actualidad ha ido decreciendo con el paso del tiempo debido a la acumulación de materiales.

Junto a esta planta marina se da otro tipo de pradera. En este caso es la alga verde que recibe el nombre de Cymopolia barbata. Esta especie se encuentra dispersa a lo largo de la bahía capitalina y se caracteriza por su remate a modo de paraguas.

En cuanto a la fauna, fulas, negras y blancas, sargos y salemas son algunos de los peces que abundan en Las Canteras. En ocasiones, forman grandes bancos que permiten a los buceadores localizarlos con más facilidad.

Según ha comprobado Fernando Tuya, en esta bahía hay una abundancia de especies carismáticas, como podría ser la vieja. "Otro aspecto que también llama la atención es que en un espacio relativamente pequeño, encuentras una gran diversidad de hábitats, como fondos con algas o arenosos", matiza. A ello se suman especies que no son tan comunes de ver, como la carmelita, que ha sido seleccionada para convertirse en la mascota del proyecto de la Micro Área Marina de Las Canteras. Ambas especies "son icónicas de esta costa", manifiesta el investigador.

Especies singulares

Por el contrario, hay otras clases, como las bicudas, medregales, abades y grandes chuchos, que destacan por su singularidad y que son localizadas en determinadas ubicaciones del litoral. Incluso, en el caso de Playa Chica, se observan erizos negros de púas largas. Más de un bañista se ha percatado de su presencia tras algún tropezón con sus puntas.

Tuya defiende que el medio marino tiene "una gran conectividad a través de las corrientes que dispersan las larvas en las columnas de agua". Es por ello que no se cuenta con especies únicas en la zona, ya que se pueden dar en otros puntos del Archipiélago. "Puede ocurrir que en años no veas meros en Las Canteras y, de repente, veas uno. Esto se debe a la dispersión de las larvas, ya que una generada en el archipiélago Chinijo o en Madeira puede volver a Las Canteras", especifica. Y esto provoca que "la extinción de especies no sea tan común [en el mar] como en el medio terrestre", argumenta.

De esta manera, los flujos de agua juegan un papel fundamental en la biodiversidad. "Casi todas las especies marinas se transportan con las corrientes y permiten que no haya aislamiento como ocurre en la biota terrestre", apostilla el experto. "Tienes un montón de sistemas de corrientes que producen que el número de endemismos en el mar sea mucho más reducido de lo que nos encontramos en tierra", añade.

Este enclave marino ofrece algunas de las localizaciones que se incluyen en los mapas de buceo que acaba de liberalizar el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Se trata de Playa Grande y Playa Chica. El documento, que data del 2006 y contiene ocho escenarios, podrá ser reproducido por los buceadores y las empresas del mundo. Esta estrategia permite una promoción de cara al exterior y posiciona a la ciudad a la cabeza de la innovación en cuanto a la oferta de mapas "tan precisos", como anuncia el Consistorio.

"Liberalizar los mapas de buceo facilita a que la gente se anime a echarse al agua con las gafas, el tubo y las aletas", agrega Fernando Tuya. Este gesto por parte del Gobierno local favorece en cuanto "a la divulgación del patrimonio cultural, ya que, al fin y al cabo, lo fundamental es que para conservar, hay que conocer; si la gente no conoce es imposible que conserve", concreta.

Además, una de las iniciativas que invita a los ciudadanos y visitantes de la Isla a conocer los fondos marinos de la bahía capitalina es el concurso internacional de fotografía submarina Fotosub. Ya se han celebrado cuatro ediciones donde todos aquellos que muestran interés en participar pueden hacerlo. El Ayuntamiento, bajo el papel de organizador, ha establecido diferentes modalidades para responder a la demanda de los distintos niveles: profesionales, niños, público general y comunidad universitaria. "Es una iniciativa muy positiva que hace que la gente se inicie en este mundo y hace posible que todas esas maravillas sumergidas en forma de fotos salgan en los medios de comunicación", para que "la población pueda conocer todo lo interesante que hay y la necesidad de proteger", opina el profesional.

Igualmente, el fondo marino de Las Canteras destaca por su limpieza. La Corporación capitalina emprendió hace dos años las labores de retirada de residuos. Ayudados por un grupo de buceadores, sacaron 150 kilos de basura, en su mayoría restos de embarcaciones y de plástico. El anterior operativo se desplegó en 2009 y fue cuando se recogieron 800 kilos. "Yo voy a nadar bastante y en general está bien conservado", sostiene el investigador. "Solo en la zona de La Puntilla suele haber algún resto por las barquillas", expresa. Aún así, para Tuya es una playa "privilegiada, sobre todo teniendo en cuenta la presión de población que soporta", concluye.

El investigador Fernando Tuya lanza un mensaje a los ciudadanos que aún no se han atrevido, por el motivo que sea, a conocer los tesoros que esconde el fondo de Las Canteras. "Aparte de lo atractivo que puede ser visualmente, el medio marino tiene propiedades zen", apostilla. Además, lo compara con una terapia para "desestresarnos del mundo en el que vivimos, ya que produce mucha satisfacción personal", remata.