El Muelle Deportivo tendrá casi el doble de atraques de los que dispone en la actualidad, gracias a una ampliación que, en el futuro, le permitirá recibir a yates de gran calado. La Autoridad Portuaria de Las Palmas impulsa el plan de ordenación del recinto, que contempla la ejecución de un nuevo dique que partirá a la altura de la calle Carvajal. El sector de la Náutica deportiva y de recreo está en pleno desarrollo, y en la capital grancanaria se quieren aprovechar las nuevas oportunidades de negocio con instalaciones más amplias y seguras. El desarrollo de estas actuaciones se llevará a cabo, esencialmente, con recursos propios del Puerto, más la financiación que pueda llegar de fondos europeos.

El rediseño de la marina es una pieza fundamental en los planes de futuro de la Autoridad Portuaria. El Plan Director de Infraestructuras, en el que se recogen las líneas a seguir en los próximos años, contempla una inversión de unos 50 millones de euros en la ampliación de los atraques, con dos objetivos fundamentales. Por un lado, se trata de garantizar la seguridad de las embarcaciones que recalen en el muelle, con dos nuevos diques que mantengan su interior abrigado de las mareas, especialmente en las épocas de mal tiempo. De otro lado, se persigue dotar al recinto de la capacidad necesaria para acceder a un mercado exigente, el de los yates de gran porte, que, de este modo, tendrán las condiciones óptimas para hacer escala en la capital grancanaria.

En la actualidad, el Muelle Deportivo tiene capacidad para unos 1.200 atraques, con un calado de unos cinco metros. Con las dos nuevas barreras, especialmente, con el espacio que se gane en la del lado sur, podrán entrar otras mil embarcaciones más. También aumentará la profundidad de la marina, que llegará en este punto a unos siete u ocho metros.

El primero de los diques, el del norte, colmataría el cerramiento en este lado del muelle. El segundo, que tendrá una longitud de unos 700 metros, generará el hueco necesario para los nuevos pantalanes.

Para ejecutar los trabajos se deberán acometer varios rellenos, con más suelo aprovechable para los servicios que presta el Muelle. Hoy, el recinto dispone de una escuela de vela, varios establecimientos de restauración, un club de buceo y hasta locales de ocio. Justo a la altura de Carvajal habrá más terreno para nuevos negocios relacionados con el sector, tiendas, bares o restaurantes. Claro que el Puerto aún deberá definir los usos concretos, y, en su caso los concesionarios en estos espacios.

Más terrenos para servicios

Así, el muelle no sólo crecerá hacia el mar, para atender a un mayor número clientes. El recinto interior será mucho mayor que el actual, que ya es un punto de interés en el mapa del ocio nocturno de la capital grancanaria.

El proyecto debería ejecutarse en un plazo de tres o cuatro años, siempre que la tramitación siga el curso esperado. En la actualidad, el plan de ordenación de esta área, que redacta la Autoridad Portuaria, está en una fase de aprobación provisional.

El Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria son otras administraciones con competencias urbanísticas, además del Gobierno regional (en materia de impacto ambiental, especialmente). Una vez superados todos los filtros, y con la financiación debidamente cubierta, el Puerto dará un llamativo paso en su expansión: la marina se convertirá de este modo en otro de sus puntos fuertes, en un momento en el que el mercado del petróleo (buques y plataformas que operan en el Golfo de Guinea) aumenta sus escalas en La Luz, y los cruceros ganan cada vez más presencia -y frecuencia- en el Muelle Santa Catalina.