Hace 414 años, en junio de 1599, la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria sufrió el ataque y asedio de una gran flota holandesa bajo el mando del general Van der Does. La capital y la villa de Santa Brígida se preparan ahora para homenajear a quienes dieron su vida en la Batalla del Batán, decisiva para la defensa de Gran Canaria. Para honrar tal gesta, se celebran durante esta semana desde una misa conmemorativa hasta la tradicional Caminata del Batán que, siguiendo el cauce del Guiniguada, fue el camino elegido por los holandeses para introducirse en la isla, o una paella de hermandad cívico-militar acompañada por la Parranda de San Antonio.

Entre los días 26 de junio y 8 de julio de 1599 la capital fue escenario de una de las batallas más importantes de la historia del Archipiélago. Durante estos días, la ciudad sufrió las embestidas de la armada holandesa, en lucha contra España por el cese de las relaciones comerciales con los Países Bajos. El gran espíritu combativo de la defensa isleña bajo las órdenes del capitán general Alonso de Alvarado evitó hasta en cuatro ocasiones que la escuadra enemiga tomase su objetivo. Pero la inferioridad numérica y de armamento de los canarios no pudo evitar que, en un quinto intento, los hombres de Van der Does arribaran a tierra. Los ancianos, mujeres y niños abandonaron sus casa y fueron enviados a refugiarse a la Vega, mientras la milicia isleña preparaba una defensa que apenas duró hasta el siguiente ataque enemigo. Las autoridades y defensores canarios evacuaron la ciudad, estableciéndose en la villa de Santa Brígida durante el tiempo que los invasores permanecieron ocupando la capital de la isla.

Conocimiento del terreno

Bajo amenaza de penetrar en la Gran Canaria y arrasarla, Van der Does exigía 400.000 ducados de oro como rescate de lo ya tomado. Petición que no fue atendida por los isleños, que se prepararon en las inmediaciones del Monte Lentiscal para una nueva incursión enemiga. El conocimiento de los terrenos de la zona del Batán jugó a favor de los milicianos canarios, que consiguieron batir en retirada a los holandeses. Van der Does dispuso el abandono de la ciudad, saqueando todos sus principales edificios, iglesias y conventos y quemando todo a su partida.

La Batalla del Batán y los acontecimientos del ataque de Van der Does y su paso por Canarias dieron lugar a una de las efemérides más trágicas y heroicas de la historia del Archipiélago. La conmemoración de estos hechos es ya una tradición en la ciudad, que honrará un año más a los militares, milicianos y naturales del lugar que hace 414 años dieron su vida por la defensa de Gran Canaria. Una retreta militar floreada ofrecida por la Banda de la Brigada de Infantería Ligera Canarias XVI, en el pórtico del Ayuntamiento de Santa Brígida, será el acto encargado de clausurar el miércoles este homenaje a unos protagonistas que no sólo defendieron la ciudad: también garantizaron su futuro.

Martes 2 de julio

Homenaje a los militares y milicianos. A las 19.00 horas se impartirá una breve lección histórica a cargo de Juan José Laforet, cronista oficial de la capital, en el Monumento al Capitán Alonso Alvarado (junto al Castillo de Mata). Y se celebrará una ofrenda de corona de laurel a los caídos.

Miércoles 3 de julio

Responso y caminata: A las 9.00 horas se realizará un responso en la Catedral de Santa Ana, con ofrenda floral y 14 toques de campana. Se convoca en este punto un encuentro para el traslado en guagua de los asistentes al Jardín Canario, donde se ofrecerá el desayuno y se iniciará la Caminata del Batán que seguirá los pasos de la batalla.

Honores a los Caídos y paella: A las 12.30 horas tendrá lugar una breve semblanza histórica y un desfile de banderas. A continuación, el Regimiento de Infantería Ligera Canarias 50 ofrecerá una paella, acompañados por la Parranda de San Antonio.

Retreta militar floreada: A las 20.00 horas se clausurarán los actos en el pórtico del Ayuntamiento de Santa Brígida, con la Banda de la Brigada de Infantería Ligera Canarias XVI. La retreta pondrá fin a las conmemoraciones.