No es ninguna novedad que los clanes de la droga invierten una gran cantidad de tiempo y dinero en perfeccionar los sistemas para transportar su mercancía e ir un paso por delante de la policía. Pero en los últimos, al menos en Canarias, el Cuerpo Nacional de Policía ha dado golpes importantes a estas mafias internacionales en llamativas operaciones.

Quizá la más espectacular fue la del agente infiltrado que propició la caída de Rafael Bornia, uno de los principales narcos de las Islas, quien, en la actualidad, cumple varias condenas en Juan Grande, todas ellas relacionadas con el tráfico de drogas y el blanqueo de capitales.

En esa operación, además de convivir meses con Bornia, el agente encubierto realizó entregas controladas de cocaína que venía desde Venezuela al aeropuerto de Tenerife en maletas, todo un plan que se saldó con la detención de los integrantes canarios de la banda mientras se disponían a bajar las maletas del coche para cerrar el trato. En esta ocasión, la Udyco se ha metido en las entrañas del puerto hasta dar con el contenedor que traía la coca (gancho ciego).