Astilleros Canarios (Astican) ha solicitado a la Autoridad Portuaria de las Palmas la concesión de un tramo del dique Reina Sofía para ampliar sus servicios de reparaciones navales. La administración ha abierto el correspondiente trámite de competencia, que implica un cambio de uso en la zona y que, previsiblemente, se abordaría en el próximo consejo del Puerto, a celebrar este mismo mes de noviembre. Parte del hueco que han estado ocupando los graneleros se pretende destinar en el futuro a los astilleros. Entre ellos, a los de la compañía canaria, que ya ha dado el primer paso para disponer, según fuentes portuarias, de unos 6.000 metros cuadrados.

La Luz, en realidad, se ajusta al signo de los tiempos. La caída de la construcción y el incremento de la demanda en el sector de las reparaciones navales cambiará en breve el mapa de las explotaciones comerciales en el recinto. El Puerto tiene previsto atender así el creciente tráfico de la flota petrolera. La administración, de hecho, ha confirmado que emprenderá un proceso de reasignación de derechos en un tramo de 750 metros de largo, en función de las peticiones de las propias empresas, interesadas en ganar capacidad para prestar servicios a plataformas, perforadores y buques de asistencia.

Esto es, la flota que opera regularmente en el Golfo de Guinea, y que desde hace una década ha aumentado de forma paulatina su presencia en la capital grancanaria. Las multinacionales del sector han ganado confianza en el trabajo de firmas como Astican, Repnaval o Hidramar, y un buen número de subcontratas o empresas más pequeñas que prestan tareas complementarias en La Luz.

Revisiones de plataformas

Estos grandes barcos demandan revisiones periódicas de gran calado, además de eventuales reparaciones de sus equipos. El Puerto, en territorio de la Unión Europea y con las adecuadas certificaciones de calidad, ofrece a estas grandes firmas mayores garantías y seguridad jurídica que otros muelles del sur. De ahí, en parte, la tendencia al alza de este singular mercado en la Isla.

Precisamente con el fin de consolidar estos servicios, la Autoridad Portuaria de Las Palmas había previsto impulsar en este ejercicio un alargue en 350 metros del Reina Sofía. En 2002 ya comenzó a ejecutar una prolongación de un kilómetro, que al año siguiente frenó el Ayuntamiento de la capital grancanaria, tras un polémico debate sobre el impacto visual de la estructura. El Puerto perdió entonces los 35 millones de que la Unión Europea concedió para financiar la obra. En el presente curso intentó rescatar el plan, con una ampliación más modesta. Pero, en plena crisis, el Ministerio de Fomento no concedió finalmente los 30 millones con los que se contaba para ejecutar el proyecto.

En este escenario, la administración comenzó a revisar dónde podía ganar espacio para los astilleros, que también han mostrado su deseo por crecer en el recinto. El director de la Autoridad Portuaria, José Miguel Pintado, ya advirtió en mayo pasado de que había que ganar zonas para la reparación naval.

Antes, en marzo, Napesca (firma del grupo Zamakona, en el que también se integra Repnaval) ganó a Satocan y Astican un trámite de competencia para explotar unos 5.000 metros cuadrados en el dique: invertirá 2,4 millones de euros en instalaciones para la reparación de las grandes hélices que se emplean en la industria Offshore.

En un tramo más exterior aún han estado operando en los últimos años compañías como Gramelcan, Canary Concrete o Ceisa, entre otras. Pero esta actividad no es tan intensa como antes, y la propia administración asume que la tendencia es distinta, si bien los barcos petroleros no son los únicos en recurrir a los servicios de los talleres locales.

Los pesqueros siguen recurriendo a ellos, aunque no en la medida en que lo hicieron en los años dorados de las descargas en La Luz. También los buques de navieras como Armas, con una fuerte presencia en las Islas. E incluso barcos señalados por su amplia repercusión mediática, como el mayor hospital flotante del mundo, el Africa Mercy, que justo fue reformado en los astilleros de Astican el pasado verano.