El año 2014 acaba de empezar a rodar y para algunas personas el estreno viene cargado de cambios. Es el caso de Aday Monzón Melián, María Díaz Franco y Sara Torres Melián, estudiantes de primero de Bachillerato del IES público Pérez Galdós, que hoy mismo parten para Denderleww, una pequeña localidad de Bélgica, para cursar allí su segundo trimestre. La experiencia no solo la disfrutarán ellos sino también sus familias al acoger en sus casas a Arne Van den Winckel, Laurine Verbruggen, Thybo Wastyn, sus homólogos belgas, estudiantes del instituto Ikso; cuyas familias harán lo mismo con los chicos canarios. Los seis bachilleres y los dos centros escolares participan en el programa de Movilidad del Alumnado Comenius, una actividad educativa que tiene como objetivo reforzar en la escuela la dimensión europea.

Este es el segundo año consecutivo que el Pérez Galdós impulsa la actividad, en la que todo el instituto se implica. Tanto es así que se ha creado la figura del mentor entre los alumnos para que los jóvenes belgas no se sientan solos.

La selección de los chicos ha sido "muy complicada, ardua y exhaustiva" porque había muchos alumnos interesados en el proyecto. Así lo explica la directora del Pérez Galdós, Carmen Martín, y la profesora coordinadora del proyecto, Ana Gómez. Entre los criterios, figura el buen expediente académico, el que participen en diversas actividades extracurriculares y el que las familias se involucren. "Es una experiencia enriquecedora también para las familias porque tendrán que convivir con chicos de otro país como si fueran sus propios hijos", puntualiza la directora.

Redes sociales

Aday se intercambia por Arne, María por Laurine y Sara por Thybo. Los seis jóvenes llevan utilizando las redes sociales para comunicarse desde que supieron que habían sido elegidos. Allí estarán coordinados por el profesor Jef Peiremans.

Aday explica que solicitó el Comenius por "salir de la rutina" escolar y cree que la vida en otro país y familia le servirá para ser "más independiente". Lo que más teme son los nuevos horarios. Las preocupaciones de María y Sara, por su parte, se concentran en cómo se integrarán en el instituto y cómo se relacionarán con los profesores. Los nervios de qué familia les espera han sido superados tras hablar con ellos vía skype y conocerse.

El consejo que les han dado en casa es que aprovechen el tiempo. Y lo deberán hacer puesto que se examinarán en Bélgica de los temarios comunes con España, mientras que harán trabajos para el resto de las asignaturas. Esperan disfrutar a tope porque otros compañeros se quedaron a las puertas.

Desde el pasado día 4, Arne, Thybo y Laurine ya viven con las familias canarias. Han congeniado perfectamente y están sorprendidos por la ciudad. Thybo asegura que la vista de Las Canteras es una "postal perfecta". Se lleva muy bien con Samuel, de 11 años y hermano de Sara, ya que ambos son culés. Lo mismo le ocurre a Arne. Ytaisa, de 13 años y hermana de Aday, se encarga de que éste conozca todos los rincones de la ciudad. No echará de menos la Play station porque usará la de Aday. Laurine está feliz con el tiempo que hace en la ciudad y asegura que en cuanto vio "el ropero de casa" de María supo que tenían mucho en común. Lleva una pulsera de su madre para "tenerla cerca". Sus padres también les advirtieron que la estancia en Canarias no era de vacaciones.