En La Luz no caben plataformas que no hayan contratado reparaciones, avituallamientos, suministro de combustible u otros servicios. Así lo comprobaron los que gobiernan los destinos de la GSF Artic I, fondeada en la entrada sur de la ciudad desde hace un año, y la Sedco 710. Ambas plataformas de la multinacional Transocean vieron a comienzos de mes rechazada su solicitud de atraque, y previsiblemente se desviarán a otros muelles del entorno. Otras naves que aún no han llegado están en la misma tesitura: pueden anclar en la bahía, pero eso no genera actividades. La situación se prolongará al menos un año. ¿Cuáles son los motivos que restan capacidad a la Autoridad Portuaria en plena expansión de las atenciones a la flota petrolera?

Barcos abandonados

Un total de 45 buques dejados de la mano de Dios por sus armadores ocupan mucho espacio útil en La Luz. Para remediarlo, la administración ha retomado los procedimientos de subasta para su desguace. Pero esto no siempre es sencillo. Entre estos navíos se encuentran los llamados barcos de la droga, sujetos a instrucciones judiciales. Es el juzgado el que puede autorizar su enajenación. En otros supuestos, si el buque amenaza ruina, el trámite es más rápido. Varios ayuntamientos, además, han preguntado por la posibilidad de adquirir estos barcos y hundirlos como pecios que atraigan el turismo submarino. Sin embargo, los consistorios deberían hacer frente al coste del traslado, en la práctica, su arrastre hasta el lugar deseado. Además, Costas no se ha mostrado demasiado proclive a este tipo de iniciativas en los últimos tiempos. Lograr la autorización demanda un importante esfuerzo extra. De otro lado, el recinto portuario espera poder estrenar en breve una planta para despiezar estos buques y ganar atraques. Será entre abril y mayo, según se indicó tras el último consejo de administración del pasado viernes.

Una cajonera para La Esfinge

Se espera la llegada al Puerto de una cajonera que fabricará los bloques de hormigón con los que se prolongará el dique de La Esfinge. Estará ubicada en el Reina Sofía durante un año, ocupando uno de los principales emplazamientos de los que dispone el Puerto para el atraque de las plataformas. Hay que tener en cuenta que estas demandan un calado próximo a los 20 metros. Y es el Reina Sofía, para cuyo alargue La Luz no obtuvo finalmente fondos del Estado, el sitio que mejor cumple estas condiciones. También lo hará en 2016 el extremo final de La Esfinge.

Clientes habituales

La primera plataforma llegó a Las Palmas en 2002. En la última década La Luz no ha hecho sino ampliar su cartera de clientes Offshore. Multinacionales como Transocean, Stena, Oil States, Diamond Offshore o subcontratas de la Shell han firmado acuerdos con las compañías locales para sus reparaciones, logística o asistencia. Cuando el espacio se reordena, y se recortan los atraques, éstos son los usuarios que tienen preferencia. El Puerto trata de garantizar así que las empresas de La Luz cumplan con sus compromisos. Más difícil lo tendrán otras compañías sin penetración en la Isla.

Pugnas entre empresas

La rivalidad entre las empresas del sector tampoco propicia que se liberen espacios con agilidad. Astican e Hidramar han pedido trámites de competencia para ocupar el espacio de las graneleras en el Reina Sofía, al término de su concesión. Pero éstas han planteado sus objeciones, lo mismo que otras empresas del sector de las reparaciones. Satocan ha recurrido el espacio ganado por Zamakona. Y la Autoridad Portuaria mantiene abierto un concurso público por la antigua terminal de Contenemar. Además, Opcsa y La Luz han solicitado un cambio de uso en la terminal de contenedores. Un deseo, por otra parte, expresado por el presidente de Opcsa, Javier Esquivel. La mayor parte de estos atraques no se pueden autorizar hasta que no se aclare quién es su concesionario.

La demanda de los pesqueros

Otros clientes en La Luz han sido los pesqueros, que vienen a reparar al Puerto cuando comienza el paro biológico en la región. Esto es, en fechas próximas. Ocuparán igualmente parte de los espacios deseados por las plataformas.

Sí se puede fondear

Aunque las plataformas llamadas inactivas no pueden atracar en Puerto, sí se autorizan fondeos fuera de las líneas, como ocurrió con la Ensco 5006, que cambió su tripulación hace una semana.