"Queremos que Barcelona sea la conexión de Canarias con Europa". El mensaje lo lanzó ayer, en La Luz, Sixte Cambra. El presidente de la Autoridad Portuaria de Barcelona cerró así su misión institucional en las Islas, después de pasar por Tenerife. El puerto catalán persigue incrementar los tráficos de mercancías desde Oriente hasta el Archipiélago, y absorber los envíos desde plazas como la capital grancanaria hasta los centros de distribución de productos frescos de Madrid, París o la propia Ciudad Condal. Todo, "porque lo pide la demanda", según se explicó desde la delegación peninsular. Los exportadores quieren posicionarse desde Barcelona en la puerta de los emergentes mercados de África occidental, y su muelle se ofrece como vehículo idóneo para colocar los envíos isleños en el corazón de la Unión.

Cambra compareció ante los medios en un acto oficial por la mañana, junto a su homónimo en la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra. Por la tarde, presentó su proyecto ante empresarios y representantes de las instituciones locales en el Hotel Santa Catalina, de Las Palmas de Gran Canaria. El mensaje fue el mismo: reforzar los tráficos comerciales entre ambos muelles. Hoy, por el puerto de la capital catalana se exportan hasta Canarias, sobre todo, papel, productos de limpieza o plásticos. Y desde el Archipiélago se envían al enclave mediterráneo fruta, madera, productos de fundición y acero. "Queremos incrementar los niveles de tráfico y reforzar una conexión estable", recalcó Cambra.

Para ello, esto es, para convencer a los clientes (agentes marítimos, portuarios y empresarios que dependen del puerto), Port de Barcelona dio a conocer en La Luz y en la ciudad su proyecto. Servicios, capacidades y experiencia en negocios como los de la conectividad, que permiten, por ejemplo, que los exportadores hortofrutícolas tengan una vía directa de llegar a Mercamadrid, Mercabarna o los mercados franceses tras un viaje por mar hasta la red de distribución que nace en el puerto de la capital catalana.

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