Las espirales de hierro del escultor Martín Chirino pasaron ayer a ser de sal marina de la mano de 300 escolares de La Isleta que participaron en una acción colectiva de alfombrado con motivo de la celebración de la festividad del barrio. Una de las entradas a los jardines del Castillo de La Luz fue el escenario de esta improvisada muestra artística que ha tenido como objetivo acercar la obra del artista canario, parte de cuyos fondos estarán en la fortaleza recientemente inaugurada, a los más pequeños del barrio.

Los alumnos, pertenecientes a los institutos Franchy y Roca y La Isleta y los centros de Primaria León y Castillo, Tauro y Saucillo, disfrutaron de una jornada en la que aprovecharon también para "conocer a niños de otros colegios" de la zona. Así al menos lo veía Yaneida del Rosario, estudiante de sexto de Primaria del colegio Tauro, que estos días ha descubierto la obra del escultor contemporáneo. "Ni idea de que era de La Isleta, me parece muy interesante", acertaba decir la pequeña sobre sus famosas espirales.

Más de 90 niños de dicho centro participaron en esta experiencia salina, que se viene repitiendo desde hace algunos años para conmemorar la instalación de la primera piedra del Puerto de La Luz, origen del propio barrio de La Isleta, y que ha sido organizada por el distrito Isleta-Puerto-Guanarteme en unión con la asociación Arquypiélago.

Mari Nieves Martín, titular del centro Tauro y tutora de un grupo, argumentó que la experiencia era una oportunidad para que los chicos mantuvieran la tradición de La Isleta - ducha ya en alfombrar sus calles-, "para compartir y para que vean que una obra artística también se puede hacer entre todos".

Unos centímetros adelante, los estudiantes del IES Franchy y Roca, de primero de Secundaria, esparcían con mucho cuidado la sal proveniente de Torrevieja (Alicante) por su boceto. Ellos también desconocían el trabajo del artista que ha inspirado descubierto de la mano de sus profesoras Ana Sánchez, Mar Gallego y María Pura Eisman.

A Yamilet Saavedra, delegada de curso, le sorprendió, por ejemplo, que Chirino fuera internacionalmente conocido. "No suele haber mucha gente famosa de Canarias fuera".

La polémica que se ha generado en La Isleta porque el castillo de La Luz albergue la obra de Martín Chirino y de que la fortaleza no pueda verse desde los mismos jardines por la valla de acero que la acota no ha pasado desapercibida para los alumnos del barrio, algunos de los cuales manifestaron su disconformidad por mezclar lo antiguo con lo moderno igual que han hecho los mayores. "Le quita la historia del Castillo", argumentaba una pequeña, desconocedora de que la elección de Martín Chirino como leit-motiv de las alfombras no había sido tomada al azar. Y es que el motivo de que este año los estudiantes de La Isleta hicieran 9 alfombras emulando el trabajo del artista con mil kilos de sal no es otra que el de concienciar a las nuevas generaciones de la importancia que para el barrio supone que el castillo de La Luz acoja la sede de la Fundación Chirino.