Hasta tres colectivos distintos han aglutinado esfuerzos y entusiasmo para convertir en realidad el viaje del Reve de Mousse desde Europa hasta Haití. El buque, que esta semana permanece atracado en el Muelle Deportivo, trasladará a una compañía titiritera hasta el Caribe, en donde ofrecerá espectáculos gratuitos. Pero lo que es aún más relevante: se convertirá en un dispensario médico que ayudará a aliviar la dura situación que aún padece el país desde el terremoto de 2010. Para ello, la ONG francesa Solidarité-Péche se encarga de enviar la embarcación a Haití, en donde será gestionado por otro colectivo solidario, Aquadev.

Entre medias se quedan los títeres del proyecto Marionetes Nòmades, que tiene su sede en Barcelona, pero en el que alguno de sus integrantes tiene mucho más mundo a sus espaldas. Es el caso de Pere Bigas, el que mueve los hilos del capitán pirata de un sólo ojo y cuerpo de madera, con el que cruzará el Atlántico en breve. Bigas supo con detalle la labor que realizaba Solidarité-Péche cuando estaba en Guadalupe, "por entonces, trabajando de cocinero". Hace tres años que el maestro titiritero entabló amistad con los responsables de la ONG en el Caribe, que fue donde se parió la idea de que los muñecos tuvieran su papel.

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