El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria expulsará de forma directa a los dos policías locales que han sido condenados por darle una paliza a un vecino, rociarle los ojos con sus aerosoles de defensa y dejarle abandonado en un descampado de Los Giles. Fuentes municipales explicaron ayer que están a la espera de recibir la sentencia de la Audiencia de Las Palmas para estudiar el caso, pero adelantaron que la expulsión del cuerpo local de seguridad es automática si el fallo impone una inhabilitación para ejercer cargo público superior a los tres años. Esto, según la resolución dictada por la Sección Segunda, es lo que sucede con los dos agentes.

Y es que el tribunal ha confirmado todas las penas acordadas por el Juzgado de lo Penal Número 4. La sentencia, que es firme, castiga a Marcos Pérez Vázquez e Isidro Antonio Batista Angulo con dos años de cárcel por un delito de trato degradante y de torturas, así como con otro año de prisión por lesiones. Por esos delitos también les impone tres años y medio de inhabilitación especial para desempeñar un empleo o cargo público. Ambos deberán indemnizar a la víctima con 1.200 euros por el daño físico y con 4.000 euros por el perjuicio moral.

Los hechos ocurrieron sobre las 20.00 horas del 26 de junio de 2008. Los agentes acudieron a Los Giles porque el perjudicado había montado escándalo en un supermercado. De ahí lo trasladaron a otra zona cercana y lo humillaron de la forma descrita. Antes, por la tarde, otros policías se lo llevaron de Las Canteras porque estaba bebido.