Muchas horas son las de trabajo que se esconden entre las telas que, por fin, lucen formas maravillosas sobre casi una docena de maniquíes. Rasos, tules, pedrerías, volantes, lentejuelas... Pasear entre ellos es como hacerlo por la historia del cine, de sus mujeres, de sus tendencias. Una marcha atrás en el tiempo, plasmada en los diferentes tejidos, que ha pasado por las agujas e hilos de los alumnos de segundo año del Ciclo Formativo de Grado Superior de Vestuario a Medida y de Espectáculos del IES La Minilla. Fruto de sus manos son las réplicas de los modelos que dieron vida a personajes de la gran pantalla como Escarlata O' hara, Rose Dawson, Sabrina o Sissi Emperatriz, entre otros, que ahora están expuestas en el vestíbulo del centro educativo. Miran sus obras de arte con orgullo. No es para menos pues el resultado del previo esfuerzo desvela la realidad: lo han conseguido, están preparados.

Hasta diciembre del pasado año tuvieron para realizar la labor de investigación adecuada para acercarse lo máximo al vestido original. "Yo elegí los modelos y después los sorteé entre los alumnos", explica María Jesús García Ramírez, una de las profesoras y tutora del proyecto final de los chicos que, además, forman parte de la primera promoción que sale al mercado laboral. La indumentaria seleccionada brilló en su día en las actrices protagonistas de filmes como 'Titanic', 'Lo que el viento se llevó', 'Sabrina', 'Cabaret', 'Sissi Emperatriz', 'Historias de Philadelphia', 'Amistades Peligrosas', 'Moulin Rouge', o 'Ellos las prefieren rubias'. Así que antes de ponerse manos a la obra tuvieron que visionar las películas en la que salían sus respectivos trajes "para ver los detalles y los diferentes materiales". Lo siguiente fue cuestión de cálculos. "Tuvieron que prever cuántos metros iban a necesitar de los diferentes tejidos, así como el precio".

A la primera fase que se fundamentó en la entrega de muestras y presupuestos le siguió el desdoble académico. Y es que en marzo acabaron sus clases "normales", empezaron el módulo de patronaje y confección y también iniciaron sus prácticas en empresas. El resultado fue la alternancia de actividades y las innumerables horas de creación para llegar bien al día de la entrega, que fue el pasado 9 de junio.

La prenda en sí no fue lo único que en dicha fecha tuvieron que tener listo. Según comenta García Ramírez, todos elaboraron un dossier en el que se ahondaba en el proyecto en sí, con diferentes apartados de cuya evaluación saldría la nota final. "Era necesario que estuviese todo: la maquetación, la presentación, el acabado, el patronaje, el análisis y fichas técnicas de los materiales, la selección de las herramientas que han usado, el orden lógico de confección y muchos puntos más". Es decir, lo de sus pupilos ha sido mucho más que una mera labor de coser y descoser.

"Le he podido dedicar más de 200 horas", asegura Yasmina Sagarra a quien le tocó inmortalizar el espectacular vestido rojo que llevó Nicole Kidman en 'Moulin Rouge'. Un modelo que aunque al principio le pareció más sencillo que el de otros de sus compañeros, a medida que fue avanzando se hizo más complicado. "El raso se mueve mucho a la hora de confeccionar", asevera. No obstante, el corpiño y la falda con la lazada son una realidad con la que además se materializa una ilusión. Para la joven de 23 años, que siempre ha estado "relacionada con el mundo del teatro", sería algo "maravilloso" poder trabajar en los vestuarios de diferentes espectáculos. "Es el objetivo final", apostilla.

Francisco Raúl Ravelo, por su parte, no quiere cerrarse solo a una disciplina y está abierto a todas las opciones que ofrece la costura. Ya antes él había hecho sus pinitos en murgas y también "reciclando ropa". Según cuenta, decidió meterse en el ciclo porque una amiga le habló de la iniciativa que iba a arrancar por primera vez en el IES La Minilla. Tras dos años de estudios y preparación, tuvo que abordar el reto de rememorar uno de los trajes de Liza Mineli en 'Cabaret'. "A primera vista parece muy sencillo, en cuanto a la forma", pero lo cierto es que tuvo que zurcir sobre una tela repleta de pedrería, cuyas piezas tenían que ser retiradas antes de pasar por la máquina. Asimismo colocó todas las tiras de lentejuelas a mano y bordó él mismo algunas de las formas. "Le dediqué una media de cuatro horas diarias durante un mes y los fines de semana me ponía a tope", aclara. Para Ravelo, que acude vestido "acorde a su modelo", lo más importante de su formación es haberse encontrado "con personas que tienen las mismas ilusiones e ir viendo cómo ha crecido cada una a lo largo de estos dos cursos".

Y es que, por ejemplo, Vicenta Martín "no había cosido nada antes" de empezar el ciclo formativo. "Cuando vi lo que me había tocado pensé: ¡Dios mío! No voy a ser capaz de hacerlo". Pero se equivocó y el resultado fue uno de los pomposos vestidos de Escarlata O' hara, encarnada por Vivien Leigh, en 'Lo que el viento se llevó'. Lo que más abunda en esta vestimenta son los metros de tela y las capas. "Lleva tres faltas más la enagua". Entre los materiales que ha tenido que usar se encuentran el tul, la organza, el popelín o el terciopelo. Afirma que le ha gustado la experiencia, pero también confiesa que tuvo que ver varias veces la película para estudiar no solo el personaje, sino también la época y que se pasó muchas horas no solo cosiendo, sino también "descosiendo".

Cuando a Saúl Mendoza le tocó en el sorteo parte del vestuario cinematográfico de la famosa Audrey Hepburn se le alegró el día. "Ella fue un icono de la moda y de la elegancia de la época". Además para él la magia de esta pieza, obra de Givenchy, reside "en el misterio de su patrón" que se traduce en un "trabajo brutal" para darle una forma aparentemente sencilla. La pena es que no pudo usar el mismo tejido que se empleó en el atuendo de la actriz en 'Sabrina'. "Era seda y este está hecho con poliéster y eso hace que no quede igual". También le hubiese gustado hacer una réplica de los bordados del original, pero ante la presión del factor tiempo y su virtud de ir siempre a menos, tuvo que optar por la técnica de estarcido -método de decoración a través de una plantilla de dibujo-. Precisamente el trabajo de pintura es lo que más revela que le costó, a pesar de que él es un profesional del sector pues trabaja como patronista para la firma Mal Kharma. Con su auténtica obra de arte de nuevo en la exposición reflexiona sobre el gran trabajo que tanto él como sus compañeros han realizado. "Creo que este vestuario guarda más secretos de los que hemos aprendido".