Numerosas familias se congregaron ayer en los alrededores del Auditorio Alfredo Kraus para disfrutar un año más del Festival de Cometas, que celebra el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria en esta época del año y que llena de color y formas el cielo de la ciudad.

Los más pequeños aprendieron a manejar este simple artilujio de origen chino y también a hacer su propio cometa en los talleres de manualidades que se organizaron para la ocasión con materiales reciclados. Y es para hacer un cometa basta tan solo dos palitroques un sedal y un pequeño papel de seda o tela.

Una ligera brisa y un sol de justicia acompañaron a los aficionados que se dieron cita desde primera hora de la mañana. Las condiciones meteorológicas fueron óptimas para que los cometeros hicieran volar sus creaciones, mientras cientos de bañistas se daban un chapuzón en Las Canteras.

El festival, que va ya por su edición número 17, contó además con exhibiciones de vuelos de grandes cometas; algunas de ellas de hasta 25 metros de longuitud que inundaron el cielo azul de la Cicer de colorido y movimiento por unas horas.

Entre las cometas más espectaculares destacó un pulpo gigante que miraba por encima del hombre al tenor Alfredo Kraus. La obra, del artista alemán Michael Steinemer, llamó la atención de los bañistas y paseantes de la playa, que se encontraba muy concurrida. Lo mismo ocurrió con una cometa en forma de perro.

La jornada, que se prolongó hasta media tarde, permitió conocer a los aficionados algunas técnicas de manejo de estos instrumentos aéreos de la mano de los especialistas.

El festival finalizó con una cometa llena de caramelos y de regalos para los más pequeños de la familia.