Camisa o polo celeste y pantalón negro o azul marino. Este será el uniforme que tendrán que vestir los taxistas de la capital grancanaria a partir del próximo uno de septiembre. El Ayuntamiento acaba de aprobar una resolución que obliga al sector a llevar una uniformidad y multará a los que lleven pantalones vaqueros, camisas sin manga o colores que no sean los autorizados. El concejal de Movilidad y Medio Ambiente, Ángel Sabroso, ha sacado adelante esta medida pese a la oposición de la patronal del taxi, que ha amenazado con presentar recursos en los tribunales.

Según la resolución aprobada el pasado 25 de julio, que está a punto de ser publicada en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), el uniforme estará compuesto de camisa azul celeste lisa y sin anagrama (excepto el de la marca) o un polo del mismo color con cuello camisero. Ambas prendas se pueden usar con manga corta o larga.

La vestimenta se completará con un pantalón de vestir largo de color oscuro que podrá ser negro o azul marino, también liso. Las mujeres podrán usar falda de ambos colores. Los calcetines también serán negros o azul marino y los zapatos cerrados y de color oscuro.

La resolución autoriza el uso de chaleco, suéter, rebeca o chaqueta de color azul marino liso y sin anagramas. El pantalón de "vestir" significa que debe tener "pinzas, cintura graduable mediante botón, pasadores para cinturón, bragueta cerrada con cremallera y botón superior".

A partir de septiembre queda totalmente prohibido el uso de ropa vaquera o deportiva, que no se admitirá, según advierte la orden, "en ningún caso". También están prohibidos los pantalones cortos, chándales, playeras, chanclas y demás zapatos deportivos y camisas sin mangas. Asimismo, quedan vetadas las gorras, pañuelos y cualquier elemento que cubra la cabeza.

Un portavoz del Gobierno municipal informó ayer de que los taxistas tienen un "periodo transitorio" de "un mes" para adaptar la nueva vestimenta, que "será obligatoria a partir de septiembre". Los afectados por la medida tienen un plazo de un mes, desde la publicación de la resolución en el BOP, para impugnar la medida en el Consistorio y dos meses para presentar un recurso contencioso-administrativo en los tribunales.

Las fuentes del consistorio añadieron que los colores impuestos son los que han tenido más aceptación entre los taxistas. Ángel Sabroso envió hace alrededor de un mes a las asociaciones un comunicado proponiendo varios colores (amarillo, azul y blanco) para que los profesionales expresaran su opinión. El concejal expresó su deseo de alcanzar un consenso con los taxistas, pero éstos han manifestado por activa y por pasiva su negativa a uniformarse.

De hecho, la mayoría de los autónomos que acudieron a los tres últimos referéndums convocados por el Ayuntamiento sobre el asunto votaron en contra. La patronal recordó el carácter vinculante de estas consultas.

Sabroso ha planteado en reiteradas ocasiones la necesidad de establecer unos " criterios comunes de uniformidad" para mejorar la imagen de los taxistas.

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Sin embargo los representantes de las cooperativas de San Cristóbal y de Las Palmas y de la Asociación de Trabajadores Autónomos del Taxi (ATAT) consideran que no es necesario imponer un color para mejorar la imagen de los trabajadores.

El presidente de la Sociedad Cooperativa de Productores Taxistas de San Cristóbal, Vicente Muñoz, aseguró que su asociación está esperando a que se publique la nueva norma para llevarla a los tribunales. "El uniforme", dijo, "va a ser una realidad a partir de septiembre. Estamos esperando a que el Ayuntamiento ponga las condiciones y nos dé un plazo necesario de un par de meses para ir adecuándonos". "Cuando hicimos alegaciones y sugerencias a este reglamento, nosotros estábamos de acuerdo en una uniformidad: pantalón, camisa de pinza, manga larga, corta, pero en diferente color, pero el Ayuntamiento ha optado por una uniformidad única y zapato cerrado", indicó Muñoz, que señaló que "el reglamento está muy mal hecho, y hay cosas mucho peores" que quieren solucionar, porque les afectan al bolsillo. En la capital hay algo más de 1.600 licencias de taxi.