"Si todo va bien, en un mes aproximadamente tendremos el primer barco aquí, preparado para cortarlo", asegura Fran Naranjo, representante de Logiscrap en Canarias, empresa que ha instalado la nueva planta de desguace en el muelle Reina Sofía del Puerto de La Luz que está casi a punto de poner en marcha sus servicios. De hecho, según el propio Naranjo, el comienzo del servicio de la planta de desguace "casi depende más de que consigamos un barco para desguazar que de la propia parte técnica de la terminal".

Naranjo señala que la empresa "está yendo a subastas de barcos y, en cuanto cerremos una, la planta seguramente estará dispuesta para empezar a trabajar". Sin embargo, no será únicamente a través de pujas como tratarán de conseguir buques para desguazar. "Todos los barcos que están en el Puerto de Las Palmas bajo algún tipo de retención judicial y que saldrán a subasta, Logiscrap estará altamente interesada en pillarlos y empezar a desguazarlos cuanto antes", aclara antes de agregar que "cualquier armador que esté dispuesto a traer su barco hasta aquí porque ya no tiene más utilidad, nosotros estaremos dispuestos a comprarlo; lo mismo que cualquier otro barco que se ponga en el mercado".

Y es que, tal como recuerda Naranjo que comentó en su momento el presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Ibarra, hay 2,4 kilómetros de línea de atraque que están siendo utilizados por navíos embargados o abandonados, "y ahora se ponen a tiro para que Logiscrap los pueda cortar en un periodo relativamente conciso; en un par de meses podríamos tener limpia buena parte de esa línea de atraque", concreta.

El presidente de Logiscrap explica que la planta, que podrá desguazar buques de hasta 140 metros de eslora, está prácticamente terminada, a falta de montar los depósitos de oxígeno y propano, la máquina en la parte de arriba de la rampa "y poco más; todo lo demás está acabado: la rampa de varada está hecha y hormigonada, ya están las redes de agua, electricidad, fosa séptica€ y está empezando a llegar ya el equipamiento". La entrega de la obra a la Autoridad Portuaria se producirá en el plazo de unos diez días. En cuanto al proceso en que se llevará a cabo el desguace de los navíos en la planta, Naranjo describe sus fases.

"Lo primero que se hace es vaciar todo lo que pueda haber de contaminante en el barco", comenta el empresario.

Es por esto por lo que, en la propia terminal, hay una sección con varios depósitos preparados para almacenar todo tipo de residuos que contienen los propios buques y que un gestor autorizado procederá a destruir después, así como otros depósitos para guardar los hidrocarburos y todos los líquidos que se sacan de la sentina del barco. El siguiente paso consistiría en empezar a cortar la parte de dentro del buque, "las superestructuras y todo, de tal forma que quedaría al final la parte de abajo solamente, la cual se trae hasta la rampa y se corta en seco".

En una parte de la planta se depositará también la chatarra obtenida del propio navío, y en otros contenedores se reunirán los metales que trae la embarcación, como pueden ser el cobre, el aluminio, el níquel€ "Que son productos de mayor valor", añade. Los metales se encargan de comercializarlos, a posteriori, empresas asociadas a Logiscrap en la Península.

Igualmente hay un espacio donde está situada la oficina y otro donde estará la báscula, "que también es importante porque aquí recibiremos toda la chatarra del exterior que podamos adquirir", sostiene Naranjo.

El número de operarios y técnicos que trabajarán en la planta dependerá del tamaño del barco que se desguace en cada ocasión.

Inversión de 1,6 millones

Para este proyecto, Logiscrap ha invertido más de 1,6 millones de euros. A finales de febrero del presente año, la empresa y la Autoridad Portuaria firmaron el acta de replanteo de las obras, y cerró de este modo un proceso administrativo de 16 meses, desde que ganara la concesión.

En este sentido, la empresa que impulsa la planta ha invertido 600.000 euros en la ejecución de la obra y un millón de euros en la maquinaria, que puede arrastrar hasta mil toneladas de peso y que hará funcionar las nuevas instalaciones, las cuales están situadas justo a la altura en la que se acaba la parte de escollera en el dique Reina Sofía del Puerto.

En su momento, el propio Luis Ibarra valoró como fundamental la presencia en el puerto de La Luz de la futura terminal, cuya relevancia llegó a calificar de estratégica. Asimismo, declaró entonces que la clave residía en la reordenación de los espacios dentro del recinto portuario.

También en febrero, después de la firma de las obras por parte del Puerto, Fran Naranjo agradeció a la Autoridad Portuaria la colaboración que brindó a su empresa en todo momento para poder avanzar en la tramitación de una iniciativa que tuvo que subyugarse a un dilatado proceso administrativo.