Las reclamaciones de cantidad de la contrata que ejecutó la segunda fase de las obras de La Esfinge han sido abordadas al menos en dos ocasiones en el consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Las Palmas. El presidente, Luis Ibarra, llevó al órgano de gobierno el expediente en abril de 2013, cuando las empresas reclamaban dos millones de euros por actuaciones no contempladas en el contrato. Posteriormente, esta demanda se amplió hasta los 12,5 millones, en noviembre del mismo año. Ibarra dio cuenta ante los medios de comunicación su solicitud de informes pertinentes a la Intervención del Estado y Puertos del Estado, organismo este último dependiente del Ministerio de Fomento.

Desde el equipo de Ibarra se han expuesto los problemas con esta fase de La Esfinge al tiempo que se ha impulsado la ejecución de una tercera, para alargar la estructura y permitir el desarrollo de una dársena en la que Naviera Armas pretende invertir entre diez y doce millones de euros para instalar allí su nueva base de ferris. En este enclave también ha comenzado a operar la multinacional Oryx, que empleó 60 millones de euros en levantar trece grandes depósitos de combustible con los que da servicio a su flota. Sin embargo, también se han tenido que licitar dos proyectos complementarios, de acondicionamiento batimétrico, relativos a la obra submarina del dique.

Uno de ellos, licitado a partir de 2012, después de que el laboratorio de Cedex recomendase la sustitución de dos metros superficiales de material ya dispuesto en la banqueta por la escollera definida en proyecto. Esta actuación se presupuestó en 123.914,23 euros.

Del mismo modo, el consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Las Palmas celebrado el pasado mes de julio declaró desierto el concurso convocado para una actuación similar, que tendrá que volver a licitarse y cuya estimación rondaba la cantidad de 300.000 euros.

La Esfinge, su controvertida segunda fase, será objeto de debate en el próximo consejo en La Luz, previsto para el próximo mes de noviembre. Ibarra prevé exponer el informe jurídico de Puertos del Estado. Será allí donde se aborden las actuaciones correspondientes, si proceden, en torno a una obra que, por otra parte, sigue en plena actividad, aunque en una fase diferente. La tercera.

Desarrollo futuro

Habrá, además, otros trabajos que en el futuro serán licitados por el Puerto, para cerrar la dársena y completar la principal área de expansión que en el recinto. Un proyecto con importantes consecuencias para el desarrollo global de La Luz. Por ejemplo, el hecho de que Armas pretenda concentrar allí sus operaciones permite a la Autoridad Portuaria de Las Palmas liberar atraques en otros muelles interiores, y disponer de Sanapú como eje del plan Puerto-ciudad. Es en este enclave donde se prevé la construcción de un gran acuario, un aparcamiento complementario y nuevas mejoras en torno a la importante actividad que el muelle de cruceros ha logrado atraer en los últimos años. Todo este panorama de futuro no sería concebible sin una nueva área de desarrollo, como es la que propicia La Esfinge.