La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"En invierno Papá Noel vive en Teror"

Santa Claus llega en zódiac al Club Varadero para recoger las últimas cartas antes de Navidad

Aún quedan unos días para que Papá Noel vaya de casa en casa depositando regalos bajo el árbol de Navidad, pero ayer ya se dejó ver por la ciudad. Cargado de caramelos, el legendario hombre de barba y cabello blancos vestido de rojo pasó por el Club Varadero para recoger las últimas cartas cargadas de deseos antes de la gran noche en la que su trineo surcará los cielos de todo el planeta. No obstante, al Muelle Deportivo, Santa Claus no llegó con Rodolfo, Danzarín, Relámpago y el resto de la pandilla de renos voladores, sino en una zódiac -era de esperar, el viejo Nicolás es un hombre ancestral, pero del siglo XXI-.

El sonido de la campana es la señal. José Manuel Miranda, comodoro de la sociedad deportiva, guía al entrañable personaje navideño hasta la silla en la que escuchará los deseos de los más pequeños que, además, le reciben con alegría. El primero de la fila es Antonio Santana Domínguez. Carta en mano, el chiquillo de nueve años se acerca sonriente a Santa Claus. "Me ha dicho que tengo una buena caligrafía", revela tras el breve encuentro en el que le ha entregado su petición de unos zapatos para su profe, "ser mejor estudiante y también ser feliz para toda la vida". Se ha puesto algo nervioso, lo confiesa, no obstante, esta no es la primera vez que él coincide con Papá Noel.

Un poco más apartado de Santa y en un clima de mayor confianza, entre sus primos Álvaro y Lucía Alonso Domínguez y sus amigas Carlota e Irene Nuez Antón, Antonio Santana desvela su secreto mejor guardado -hasta el momento-. "Papá Noel vive en Teror durante el invierno, porque en su país hace mucho frío". El chiquillo sabe de lo que habla y sus compañeros también. "Le veo en misa los domingos", cuenta. Y no solo eso, sino que además sospecha que es su vecino porque el quad en el que montaron una vez "está aparcado siempre -en invierno- en la puerta de enfrente". Pero por si las moscas, no tienen intención de ir a tocar el timbre, aunque para escándalo del resto, Álvaro tiene muy claro que le va a preguntar cuántos años tiene la próxima vez que le vea por Teror. "Está loco", sentencia su hermana pequeña.

Lucía y Álvaro, de ocho y diez años, respectivamente, han decidido este año pedir un regalo común que también compartirán con sus padres: una televisión y regalos para los niños pobres, si bien por su cuenta cada uno quiere tener su nuevo iPod. Irene Nuez Antón también desea tener uno, así como unas botas con flores, mientras que su hermana mayor, Carlota, de diez años, le ha entregado la carta a Santa Claus con una lista en la que figuran unos juegos y el deseo de que su familia sea feliz.

Los cinco chicos aseguran haberse portado muy bien y esperan con nerviosismo la llegada de Papá Noel y de los Reyes Magos. Porque tal y como dice Carlota, "la Navidad es para pedir regalos y también para estar con la familia y disfrutar". Los niños no se olvidan tampoco de que en estos días se celebra el nacimiento de Jesús, pero tal y como reitera Álvaro, "esa es la parte religiosa, porque en la parte normal queremos que vengan Papá Noel y los Reyes Magos". Ya se verá la noche del 24 y la del 5 de enero si han sido tan buenos como aquel año en el que Santa Claus adelantó un día su visita a la casa de Antonio Santa y le dejó una equipación personalizada para sus clases de caballo.

Por lo pronto, Papá Noel pasó la tarde de ayer con los chiquillos que acudieron a verle al Club Varadero, de cuyo comodoro surgió la idea de invitarle. El mismo José Manuel Miranda le hizo entrega de la bandera del Club Varadero "que desde hoy [ayer para el lector] ondeará en Laponia". La presencia de Santa Claus no es lo único importante de la tarde. Y es que el encuentro también sirve como excusa para colaborar con entidades como Cruz Roja y la Casa de Galicia, a quienes se donará los alimentos y juguetes, respectivamente, que ayer también se recogieron en la asociación deportiva.

Esta iniciativa, que se ha hecho por primera vez este año, ha nacido con la intención de consolidarse para los siguientes, tal y como comenta Miranda. En esta ocasión su puesta en marcha ha sido posible también gracias al apoyo de otras entidades como la Federación de Vela Latina Canaria, Canarias Caja Rural y Cajamar o el Restaurante Embarcadero, quien colaboró con el rico chocolate que tras la visita de Santa Claus merendaron los asistentes.

Compartir el artículo

stats