La Estación Depuradora de Barranco Seco carece de capacidad para depurar todo el agua residual que genera Las Palmas de Gran Canaria, según las conclusiones del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. Las irregularidades recogidas en ese atestado, junto al resto de la querella presentada por la Fiscalía de Las Palmas contra Emalsa, son investigadas por el Juzgado de Instrucción número 3 de la capital grancanaria, que ha citado como imputados a dos jefes de Depuración de la Empresa Mixta de Aguas de Las Palmas (Emalsa). El fiscal de Medio Ambiente y Urbanismo les atribuye un delito contra los recursos naturales por verter a la bahía agua sin depurar o tratada de manera "muy deficiente" en los últimos seis años.
Las conclusiones del Seprona se basan en los datos de depuración aportados por Emalsa en los ejercicios 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013 y 2014, así como en una inspección hecha por tres agentes el 21 de febrero del año pasado, entre otras pruebas como vídeos del emisario submarino de la Avenida Marítima y análisis microbiológicos del agua que revelan contaminación fecal entre el Teatro Pérez Galdós y el Hospital Insular, según los resultados de los estudios hechos por Salud Pública del Gobierno de Canarias y tres informes del Instituto Nacional de Toxicología de Sevilla.
Los guardias civiles constatan que la EDAR Barranco Seco II tiene un estado general "aceptable". También verifican mejoras "significativas" en el proceso secundario de depuración, la construcción del terciario (filtros de arena para desinfectar el agua y reutilizarla en parques y jardines) y del Colector Interceptor en 2013. Sin embargo, pese a esos avances, la estación sólo puede tratar toda el agua que le llega "en horarios de consumo no regulares", esto es, de noche y sin lluvias. El resto del día "la EDAR se ve sobrepasada", principalmente entre las 12.00 y las 17.00 horas, recoge el atestado.
Esto es así porque la planta tiene una capacidad para depurar de 600 litros por segundo, mientras que la Estación de Bombeo del Teatro es 20 litros superior. A eso hay que sumar el agua enviada por el Colector Interceptor, cuyo caudal máximo de bombeo es de 190 litros por segundo. La Guardia Civil calcula que la planta arrastra un déficit del 25 %. Ese agua, añaden, se vierte "directamente" al mar, sin ser tratada, lo cual constituye el aspecto "más significativo a corregir" por su "poder contaminante".
Asimismo destacan que la mitad del agua tratada en la EDAR de Barranco Seco es vertida al barranco de Guiniguada y al emisario submarino del Teatro "sin recibir el tratamiento terciario" de depuración. Emalsa sostiene que antes procede a su desinfección, pero las imágenes grabadas por el Grupo de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil y los análisis del mar en la zona del Teatro revelan lo contrario.
Los expertos, incluso, alertan de un peligro potencial para el medio marino y la salud de las personas, recomendando, además, prohibir "cualquier actividad" acuática y pesquera por los "elevados" parámetros de concentración fecal en la zona del vertido (las muestras fueron cogidas en enero y febrero del año pasado). Eso lo afirma el perito Jesús Cisneros, que es profesor de Contaminación Marina en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Cisneros acompañó al Seprona en las inspecciones y ha analizado la documentación aportada por Emalsa para emitir su dictamen. También alerta de vertidos "directos al Guiniguada sobre los que no hay estadística". La ciudad, agrega, necesita depurar unos 61.000 metros cúbicos de agua residual al día, es decir, el doble de la capacidad actual, pero no hay fecha para ejecutar las nuevas instalaciones.
