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"Vivimos cosas muy duras"

Juan Rafael Coruña Melián quería ser bombero desde que era niño

"Vivimos cosas muy duras"

Lo había visto en casa. Desde pequeño había sentido fascinación por una profesión que su hermano ejercía. De manera que no dudó en formar parte de un cuerpo al que ya le ha dedicado 30 años de su vida. Ayer, junto al resto de su compañeros de promoción, Juan Rafael Coruña Melián recibió la Medalla de Oro por el mérito de su trayectoria en el Servicio de Extinción de Incendios (SEIS).

Aunque 1984 ha quedado muy atrás, para él parece que fue "ayer" cuando comenzó a trabajar. Entre los momentos que se le vienen a la mente en la puerta de las Casas Consistoriales, recuerda la primera intervención en la que tuvo que actuar, apenas unos meses después de su incorporación. "Tuve que recoger la cabeza de un niño que, durante un accidente de tráfico, había decapitado un camión", señala. No es la única situación dura por la que ha pasado. Estuvo también en el incendio forestal que aconteció ese mismo año en La Gomera, en el que perdieron la vida un total de 21 personas. Él mismo se salvó por "un milagro", en otra actuación en un barco, donde "la suerte" hizo que cayera de pie desde la escotilla a la sala de máquinas, gracias a lo cual no se le clavaron "los espárragos del motor".

No obstante, una fecha que aún está latente para él es la del 22 de mayo de 1986, cuando cuatro de sus compañeros fallecieron al explotar una bombona en la Base Naval. Un hecho que para él marcó un antes y un después en el que se tomo conciencia de la necesidad que existía de una mayor formación.

Aunque son las situaciones duras las que más abundan en su profesión, este deportista nato, que acuña varios títulos en lucha canaria y en yudo, prefiere quedarse con aquellas situaciones en las que el final fue feliz. "Lo más gratificante de esta profesión es el momento en el que acabas el servicio y te das cuenta de que todo ha salido bien, de que tus compañeros y tú estáis bien y, por lo tanto, podemos volver a casa, al parque, sanos y salvos. Al fin y al cabo, nuestras familias también nos esperan de regreso", comenta.

Entre sus últimas intervenciones se encuentra la que tuvo que llevar a cabo hace unos días, en la que la víctima era un antiguo bombero que sufrió un ictus y estuvo varios días sin poder moverse junto a su esposa.

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