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Águilas contra las palomas de Las Canteras

El Ayuntamiento comienza a utilizar rapaces para controlar la población de estas aves en el entorno de la playa capitalina

Carmelo Walo, con una de las águilas de Harris que sobrevoló ayer la playa de Las Canteras. EFE

Águilas de Harris custodian Las Canteras y la mantienen libre de palomas. El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria puso ayer en marcha el uso de estas aves rapaces para controlar la población de palomas en la playa capitalina. El método lo explicó ayer el cetrero dueño de la empresa Necaex, Carmelo Walo, en la zona de La Puntilla, donde también estuvieron presentes la concejala de Ciudad de Mar, Mimi González, y el concejal de Limpieza del Consistorio, Óscar Mata. Tal y como subrayó Walo, estas aves "no van a atacar, sino que con el vuelo y su presencia ya ahuyentarán a las palomas de la playa".

Shira fue el águila de Harris que sobrevoló ayer la zona, y serán otras cuatro de la misma especie, Osiris, CJ, Anubis e Isis, las que se alternarán con ella en esta labor que se desarrollará durante dos horas diarias, tres veces en semana, a lo largo de seis meses. Como aclaró Juana Mangas, veterinaria municipal, "el águila de Harris, que tiene un vuelo rasante, se utiliza para sitios con poblaciones". Más adelante, según estimen los cetreros, se hará uso también de un halcón peregrino y un azor. "Se cambian las especies también para que las palomas no se habitúen", agregó Mangas.

Se trata de un sistema frecuentemente empleado en los aeropuertos, aunque es la primera vez que se usa en la playa de Las Canteras. Su eficacia reside en el miedo que tiene la presa hacia su depredador, con lo que logra ahuyentarla y la obliga a cambiar el hábito de volar o dormitar en el entorno. Según señaló Mimi González, el objetivo se centra en "conseguir de una forma ética y limpia que las palomas abandonen este espacio y su entorno inmediato. Con este método y otros que utiliza el Ayuntamiento evitamos que se conviertan en una plaga urbana". Igualmente indicó que "estaremos atentos para ver cómo funciona la experiencia, pero se lleva trabajando durante meses y creemos que puede ser un buen método". Efectivamente, el Consistorio ha evaluado este sistema con diversas pruebas piloto para comprobar su validez.

"Son animales que están adiestrados", prosiguió González, "y no van a atacar, solo su presencia va a ahuyentar a las palomas". Asimismo, la concejala hizo especial hincapié en el hecho de que la presencia de estas aves rapaces "no va a tener un impacto negativo" en relación a otras aves que se encuentren en la zona.

Por su parte, Óscar Mata comentó que "el servicio municipal de limpieza, a través de los diferentes inspectores y de las denuncias que realizan los ciudadanos hemos podido detectar los distintos puntos negros en Las Palmas de Gran Canaria en materia de proliferación de palomas".

El control de la población de palomas se justifica por razones sanitarias, debido a que estas aves y sus nidos contienen agentes que causan enfermedades; económicas, puesto que sus excrementos son extremadamente ácidos y causan desperfectos en edificios y mobiliario urbano, con un impacto visual y desagradable; y problemas de convivencia ciudadana, puesto que una proliferación excesiva de las palomas provoca numerosas quejas por parte de los vecinos.

El servicio de plagas del Ayuntamiento emplea también, para el control de estas aves, otros sistemas. Uno de ellos es el lanzamiento de una red lanzadera de captura en unos 70 puntos de la ciudad; se utiliza especialmente para bandadas pequeñas. Otro de los métodos es el de las jaulas trampa, estructuras metálicas de malla equipadas con un sistema de agua y comida y una trampilla que permite a las palomas entrar pero no salir. También, dos veces al año, se usa una red de unos 25 metros impulsada con un cañón de gas para atrapar palomas en zonas de alta concentración.

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