El municipio envió diariamente en 2014 al emisario submarino en torno a 10.188 metros cúbicos de aguas residuales sin una depuración adecuada y con "valores altísimos de los parámetros contaminantes", según se destaca en las conclusiones del estudio realizado por el perito y profesor de Contaminación Marina de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Jesús Cisneros, basados en los datos suministrados por la propia compañía Emalsa y las investigaciones del Seprona. Esto significa que cada hora son impulsados al mar 424 metros cúbicos de agua "sin tratamiento adecuado y con valores altísimos de los parámetros contaminantes". Esta cantidad que se vierte directamente al mar por la imposibilidad de Barranco Seco para realizar su tratamiento coincide aproximadamente con el volumen que pueden tratar las depuradoras de Tamaraceite y Tenoya. Además de los vertidos al mar, el municipio soporta la contaminación de los derrames que se producen en barrancos, como el Guiniguada o Tamaraceite. Cada vez que llueve, por ejemplo, hay vertidos al mar cerca del Atlante. Teresa García
