Las terrazas vuelve al parque de Santa Catalina, tras la última remodelación del parque. Así lo anunció ayer el concejal de Turismo, Pablo Barbero, que informó de que al menos cinco terrazas se instalarán en las próximas semanas en el parque. También está previsto que reabra sus puertas antes del verano el restaurante La Estación, del Museo Elder, y empresarios de la noche se han interesado por la Marquesina para montar allí una terraza. El Ayuntamiento acaba de editar una guía para promocionar las terrazas de la ciudad, con el objetivo de atraer el turismo gastronómico.
Los dueños del hotel Bed and Chic, que están ampliando el negocio con la incorporación de un nuevo edificio que hace esquina con la calle Ripoche, preparan la instalación de una zona de restauración al aire libre y, también en el mismo parque de Santa Catalina, la empresa Jupama prepara la apertura de otras dos terrazas.
Por su parte, el restaurante La Estación podrá abrir por fin sus puertas en breve, casi un año después de que el Museo de La Ciencia sacara a concurso la concesión. El restaurante lleva tres años cerrado y por fin la empresa que ganó el concurso podrá abrir después de varios meses intentando que el Ayuntamiento le conceda la licencia de apertura.
La ley del tabaco, que prohibe fumar dentro de los locales, y la eliminación de las tasas de mesas y sillas desde finales del mandato pasado ha multiplicado las terrazas por la ciudad que han florecido sobre todo en las calles peatonalizadas, como Ruiz de Alda, Luis Morote o Mendizábal y La Pelota. La fiebre de las terrazas se ha extendido hasta barrios como Siete Palmas y Altavista.
El concejal de Mercados y Empleo, Jaime Romero, cifra en más de 600 las terrazas que han pedido licencia durante los últimos tres años. Según Romero, la ciudad "ya ha llegado al punto máximo se solicitudes, porque ya hay muchas zonas consolidadas". Ahora, el Ayuntamiento pretende utilizar estos lugares como reclamo para atraer al turismo amante de la gastronomía.
La guía, que ya se está distribuyendo en la zona turística del Sur de la Isla y en las oficinas y puntos de información así como en la web de la capital, se denomina Las Palmas de Gran Canaria. Descúbrela a través de sus terrazas y sus textos aparecen en español e inglés. En la guía se destacan siete zonas de referencia, en la que se conjugan el atractivo turístico y la gastronomía al aire libre.
En el casco histórico destacan las terrazas de Triana y la Alameda de Colón, una de las zonas de mayor concentración de actividad gastronómica al aire libre, a lo que se añade el atractivo de las compras y de la música en la calle. En Vegueta, el arte culinario se mezcla, al igual que en Triana, con la cultura, la historia y el patrimonio.
"Triana y sus alrededores", explica la guía, "son un hervidero de gente que se reparten entre la oferta de locales gastronómicos, música en vivo y zonas de conversación y encuentro como el Gabinete Literario, situado en la emblemática plaza de Cairasco".
Otro barrio que se destaca en la guía es el de San Cristóbal, por el tipismo de sus casas, su actividad marinera y el "auténtico sabor del mar".
La zona de Mesa y López, la plaza de España y Ruiz de Alda tienen también una mención, junto a las terrazas y restaurantes del Muelle Deportivo y el Hotel Santa Catalina y el Pueblo Canario. Las Canteras, la zona de mayor concentración de terrazas por metro cuadrado de la ciudad, y el parque de Santa Catalina también ocupa un espacio destacado y las terrazas del mercado de Altavista también se cuela en la guía promocional.
Jaime Romero destacó el "enorme éxito" que ha tenido la modalidad de food tracks, especie de restaurantes ambulantes instalados en Mesa y López, lo que ha llevado al Ayuntamiento a sacar a concurso varias concesiones más.
Pablo Barbero consideró que las terrazas constituyen un elemento importante para el "posicionamiento de la capital grancanaria, porque uno de las exigencias de los turistas que nos visitan es la gastronomía".
Guaguas
"Con esta guía, intentamos que los turistas conozcan una capital abierta, luminosa, con una climatología estupenda, que tiene una cantidad de terrazas en muchos puntos de la ciudad y que además la pueden disfrutar todo el año. Está claro que lo que es bueno para el turista, tiene que ser bueno para el ciudadano", resaltó Barbero, que añadió que la guía intenta que los turistas utilicen la guagua para visitar todos estos centros gastronómicos, con una información de las distintas líneas que conectan las zonas.
Por su parte, Jaime Romero resaltó la modificación de la ordenanza de mesas y sillas que se produjo "hace tres años", porque "uno de los principales objetivos que buscábamos era apoyar el ámbito de la restauración en una época en la que las terrazas suponen un auténtico balón de oxígeno para todos aquellos negocios que buscan más clientes". Romero atribuyó a la modificación de la ordenanza y la eliminación del tributo, que se pagaba antes por instalar mesas y sillas en la vía pública, que se hayan creado más de 600 terrazas en los últimos tres años y también que se hayan podido llevar a cabo "proyectos singulares, innovadores, diferentes, que aportan un plus de atractivo a la capital, como las nuevas terrazas del mercado de Altavista o los puestos de food track en Mesa y López". A su juicio, la "vinculación ocio, gastronomía y turismo permite poner en valor Las Palmas de Gran Canaria como destino gastronómico donde pueden disfrutar además del mejor clima del mundo". El edil expresó su confianza en que el turismo permita a la ciudad salir de la crisis e impulsar la actividad económica. "El comercio, la restauración y el ocio deben impulsar esta locomotora que hay que dar a conocer a los que nos visitan", sostuvo.
