La guagua turística de Las Palmas de Gran Canaria es ya como de la familia. En estos siete años su silueta se ha hecho muy habitual en las calles de la ciudad y muchos vecinos no han dudado en probar cómo se disfruta de la capital desde un espacio descapotable y elevado.

Y no hay mejor ejemplo del arraigo que ha adquirido ese vehículo, que el hecho de que también haya puesto su granito de arena en los carnavales. Sin ir más lejos, durante las carnestolendas pasadas fue el vehículo en el que el pregonero, Tito Rosales, y las candidatas a reina se desplazaron a la plaza de Santa Ana para dar salida a las fiestas con la lectura del pregón.