"He estado cinco veces propuesta pero no me quieren dar el Premio Canarias. Si no me lo quieren dar que no me lo den pero si me lo dan mejor; aunque tengo el cariño de mi gente". La cantante Mary Sánchez se mostró ayer como lo que es, una artista, al reconocer que el afecto del público suple el que aún no tenga la máxima distinción que el Gobierno de Canarias otorga a sus hijos ilustres aún habiendo llevado durante 65 años el folclore canario por los escenarios de Europa y América. Pero fue sincera al reconocer que a nadie le amarga un dulce y que el galardón sería bienvenido. La cantante, que se despide este año de las tablas, hizo estas declaraciones en el Club LA PROVINCIA donde, de la mano de la periodista y amiga Marisol Ayala, desgranó recuerdos y anécdotas de su vida personal y profesional.
"Salgo y la gente se quiere hacer fotos conmigo, me da besos. Vaya a donde vaya, al supermercado, a la playa", reconocía ayer la artista, que confesaba que "paso inadvertida" hasta por la escultura que hay en Las Canteras sobre su figura para que no la reconozca la gente, más por humildad que por la incomodidad de atender a los fans que la paran por la calle.
La artista, nacida en Las Palmas de Gran Canaria hace 80 años, dice adiós este año a los escenarios con una gira bajo el título Gracias por nacer canaria, que ha sido producida por Israel Reyes y que ha contado con los arreglos musicales de Germán Arias.
La cantante, que no tuvo más que loas para la productora Clapso por el espectáculo musical que le han organizado para despedirse, estará el 10 y 11 de abril en el Teatro Pérez Galdós; el 17 de abril en el Auditorio de Teror para, posteriormente, continuar por el Palacio de Congresos de Fuerteventura (23 abril), Auditorio Municipal de Agüimes (25 abril), Teatro Guayres Gáldar (2 mayo) y Expomeloneras Maspalomas (9 mayo).
La musa de Néstor Álamo se marcha de las tablas para disfrutar de su familia. "Quiero estar con mis hijas, mis nietos, descansar, cuidarme", aunque reconoció que también lo hace por responsabilidad. "Me gusta cantar, pero día a día es una responsabilidad", dijo.
La artista admitió que los tiempos en el sector musical han cambiado y que ahora hay que "ensayar mucho" pero que, sin embargo, "no hay tantas actuaciones" para compensar tanta dedicación y trabajo, más si cabe cuando se lleva un grupo de personas detrás.
Mary Sánchez, que como apunto Marisol Ayala al inicio de la entrevista en una breve reseña de su figura "representa la banda sonora los canarios", emocionó a los presentes, muchos de ellos amigos y admiradores, cuando a capella se arrancó a cantar una canción, escrita por Chano Sosa, que apenas puede entonar porque le recuerda a su marido Maso, fallecido hace años y con el que compartió siendo casi unos adolescentes teatros y coliseos.
"Me tuve que casar porque mi madre no se fiaba de que mi hermano Reinaldo me cuidara cuando íbamos de gira porque decía que era un despistado", reconocía Mary al contar los remilgos de aquella España de postguerra que la toco vivir en la que una mujer sin estar casada apenas podía moverse fuera de casa si no iba acompañada por algún familiar que la advirtiera de los peligros del sexo opuesto.
Son los años de Mary Sánchez y Los Bandama. "Me ayudaba mucho cuando estaba en el escenario. Salía con fiebre y él me animaba; se me quitaba todo", explicaba ayer a los presentes, mientras contaba algunas anécdotas de sus viajes por Latinoamérica.
Durante la entrevista, que fue como una tertulia entre amigas, Mary Sánchez comenzó contando sus orígenes humildes en el Puerto, más concretamente en la zona de El Refugio. "No pasábamos hambre porque había gofio, aceite, pescado y plátanos, pero sí muchas necesidades", dijo la folclorista, reflejadas en el vestido negro con el que tuvo que hacer la Primera Comunión.
También relató sus primeros comienzos como artista, gracias a Irma Vila, una cantante mexicana con cuyos discos animaba a los vecinos "cuando fregaba de rodillas porque entonces no existía fregona". Y el papel que desempeñó su madre - Lolita Ramírez- en que la chica vergonzosa subiera a los escenarios y escucharan el prodigio de voz. Y lo hizo en el barrio durante las fiestas de San Pedro.
Uno de los momentos más divertidos de la entrevista fue cuando Marisol Ayala le comentó que ella también fue pionera en eso de llevar a su madre consigo en sus inicios de carrera, mucho antes de que de que se hiciera famosa la progenitora de la tonadillera Isabel Pantoja. "Mi madre fue peor", clamó con gracia Mary, al subrayar lo estricta que era la suya para que nada se torciera, conociendo lo mal visto que estaba en la época el que una joven se metiera en el mundo artístico.
En la entrevista no faltaron tampoco las referencias al compositor Néstor Álamo, cuya figura y repertorio musical están tan ligados a la artista desde que la vio en el antiguo Cine Royal. Mary dijo que fue "un honor" para ella el que la compusiera canciones pero desveló que en la primera cita ella le dio plantón. "Era domingo y la niña [por ella] se fue a ver la Unión Deportiva que estaba en Primera, y ahora que fui vestida de canaria perdió", bromeó la aficionada amarilla con pena en referencia al saque de honor que realizó el pasado domingo cuando el equipo jugó con el Betis.
Fue el único comentario que hizo sobre la actualidad porque la artista no quiso entrar en cuestiones políticas cuando Ayala, le preguntó ¿Y en política cómo vamos?. "No quiero saber nada, solo disfrutar", respondió la folclorista que, sin embargo, a lo largo de su carrera ha tenido la oportunidad de cantar ante dirigentes y políticos. Y reconoció que le "temblaban las rodillas" cuando cantaba "a los ministros de Franco" ya que nunca llegó a hacerlo frente al dictador.
La cantante se retira pero el sentir por la música, que heredó de su madre, lo continúa hoy uno de sus nietos, aunque no como folclorista sino como rockero. "¡Ya grabó un disco, tiene un grupo de rock y no veas como suena!, le dijo a la periodista ejerciendo de abuela. "Y no es que lo diga yo, pero tiene un vozarrón".
