Gigantes que no molinos... Homenaje al Quijote (2005) fue ayer la primera pieza del escultor grancanario Martín Chirino que se instaló en el interior del castillo de La Luz, sede ya de la Fundación Arte y Pensamiento que lleva el nombre del artista y que será inaugurada el 28 de marzo. Casualidades o no, el título de la obra, de hierro forjado, fue casi como una metáfora de los obstáculos que ha atravesado la rehabilitación de la propia fortaleza -ha durado más de doce años - y de que ésta albergase la obra de Chirino, uno de los artistas más universales que ha dado Gran Canaria. También de las dificultades de mover la escultura -dividida en cuatro piezas, una de ellas de gran tonelaje- de hacerla entrar en el fortín y de instalarla.
La escultura forma parte de las 25 obras que acogerá, de momento, la Fundación Martín Chirino, y que muestran la evolución del artista desde Las herramientas poéticas e inútiles, de mediados de los años 50 del siglo pasado hasta el Homenaje Serie Marinetti, del pasado año.
Todas ellas permanecían ayer metidas en cajas de madera en la sala que albergará la sala de conferencias a la espera de ser desembaladas, mientras en el castillo todo era movimiento con operarios rematando la instalación eléctrica y pintando; arqueólogos trabajando y los futuros guías recibiendo instrucciones.
La pieza central de Gigantes que no molinos..., una especie de casco, se descubrió a media mañana en el patio. Los 90 centímetros de diámetro obligaron a los operarios, entre los que había personal del taller de Chirino y del estudio de Nieto Sobejano, responsables de la rehabilitación del edificio, a ladear la pieza sobre la carretilla mecánica para que pudiera atravesar las tres estrechas puertas que dan acceso a la sala principal en la que se descubre la torre primitiva del fortín, construida ya en piedra por Alonso de Fajardo (1494) y que se creía perdida, y donde irá dicha escultura.
El director de la Fundación, Jesús María Castaño, subrayó ayer que la exposición permanente, entre la que también hay bocetos y dibujos, "no tienen un orden cronológico" sino que se ha tratado de "integrar las piezas" en la fortaleza que levantara Juan Rejón (1479) para iniciar la conquista de la Isla. Castaño aseguró que el martes todas las piezas estarán instaladas en el lugar que se ha elegido para ellas, cuyo visto bueno ha dado el artista.
Las esculturas van sobre unas peanas rectangulares de caliza acordes con el suelo, salvo una de ellas que irá colgada, aunque ayer no se tenía aún claro el lugar exacto para evitar el efecto "péndulo".
En una semana todo deberá estar a punto. Será entonces cuando el castillo y la obra de Chirino sea un todo. En palabras del director de comunicación de la Fundación y autor del Catálogo de la misma, Antonio Puente, "si las piezas de Chirino las colocáramos en el cielo sería como el dibujo de las constelaciones que vería un aborigen canario". Con la apertura el día 28, veremos qué les dice a los canarios del siglo XXI.
