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Medioambiente El temporal transforma el paisaje de la playa

Testigos de la vieja industria

La marea deja al descubierto más de siete pozos que se usaron el siglo pasado para refrigerar las turbinas de la antigua fábrica de electricidad

Testigos de la vieja industria

Cada vez que el temporal se emplea a fondo con Las Canteras afloran los restos de los viejos pozos de refrigeración de la fábrica de la luz de la Cícer. Normalmente salen a flote los bordes de los círculos de piedras de estas estructuras, que el paso del tiempo y la acumulación de la arena han enterrado en la zona del a Cícer. Pero en este último temporal han aflorado todos y cualquiera que se dé un paseo por Las Canteras los podrá contemplar. Son cerca de una decena y están colocados en fila. La mayoría se encuentran justo en frente de donde hoy se está construyendo el centro deportivo y de ocio, la zona donde se inauguró en 1928 la vieja fábrica de la luz, que suministró de electricidad durante muchos años a una parte de la capital grancanaria. La desaparición de la arena, por el fuerte oleaje, ha dejado a la luz hasta un metro, en algunos casos, de la estructura de los pozos.

La industria eléctrica los utilizaba para enfriar las máquinas de la fábrica. La refrigeración se llevaba a cabo con agua del mar, que después de enfriar las turbinas era devuelta a la playa. Salía templada, lo que llevaba a muchos chiquillos a bañarse en los pequeños chupaderos de agua calentita que se formaban en la arena frente a la fábrica, según relataban hace años los más viejos del lugar. Además de los pozos, el temporal ha sacado a la superficie una canalización a través de la cual se tomaba el agua y los restos de un pequeño dique que también se construyó a principios del siglo pasado.

Según cuenta Francisco Bello en miplayadelascanteras.com, la Cícer fue la industria más importante que se instaló en la zona de Guanarteme a principios del siglo pasado. Bello señala que la fábrica trabajaba con "una maquinaria compuesta por tres turbinas de vapor", que "funcionaban por medio de carbón con una potencia de 9.000 kilowatios hasta el año 1930", que se cambió por fuel oil y, más tarde, por gasoil. La antigua fábrica desapareció, pero Endesa mantiene en la zona una subestación, que los vecinos llevan batallando desde hace años para que se traslade. El propio Ayuntamiento y los tribunales han reconocido que se trata de una instalación ilegal, pues carece de licencia.

Muchos usuarios se han quejado desde el pasado viernes de olor a gasoil en la zona, desde que los pozos salieron a la superficie. Ayer se notaba un ligero olor en las proximidades de un antiguo desagüe, ya inutilizado, que también ha salido a la superficie.

Tino Armas, editor de miplayadelascanteras. com, aseguró ayer haber recibido en los últimos días "testimonios de cuatro personas de la zona, que se quejaban de fuerte olor a gasoil. Hay uno que incluso llamó a la policía".

Armas planteó la necesidad de que el Ayuntamiento realice un estudio de la zona para datar los pozos y averiguar adonde conducen y lo que tienen dentro. "Y luego, habría que eliminarlos, porque la de la Cícer es tan buena playa como la que está por el Reina Isabel", afirmó.

A juicio de Armas, no es descabellado pensar que el olor a gasoil esté saliendo por los pozos, "porque éstos pueden estar conectados con la zona donde está el combustible del subsuelo de la Cícer. Al eliminarse la arena que los tapona, el aire puede haberse colado por alguna fisura y ha salido el olor. Todos esos pozos y tuberías están conectados". En el subsuelo de la Cícer hay 1.500 metros cúbicos de arena mezclada con combustible que, según aseguró hace algo más de un año el Ayuntamiento, ha sido "encapsulado" con hormigón.

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