"Pregonar hoy el gran acontecimiento de la Muerte de Nuestro Señor implica, en estos momentos, involucrar también la serie de graves acontecimientos que atraviesa el mundo. La conflictiva época que estamos viviendo significa que nuestro canto se analice con más rigurosidad que en años anteriores". Con estas palabras, el empresario Germán Suárez equiparó anoche en su pregón de la Semana Santa de Las Palmas de Gran Canaria nuestros días con los que le tocó vivir hace 1982 años a Jesucristo.

Su bienvenida al gran acontecimiento cristiano, sirvió también para recordar los problemas que están presentes en la actualidad en el mundo y que son objeto de una gran repercusión social.

La Basílica de Santa Ana fue el escenario de acogida de la lectura del tradicional pregón. Un pequeño grupo de fieles y diferentes autoridades acudieron a la cita.

En tono emocionado, el pregonero tuvo palabras de agradecimiento hacia quienes postularon su nombre para abrir la fiesta de los católicos por excelencia. El acto concluyó con la entrega de la medalla que nombra al pregonero Cofrade de de la Hermandad de Cofradías y Patronazgos de Gran Canaria. Súarez recibió la distinción de manos del obispo, que quiso aprovechar la ocasión para alabar el discurso del pregonero. Del mismo modo, el obispo quiso solidarizarse con las personas que, por alguna razón, están padeciendo un mal momento, tal y como le sucediara a Cristo durante los días de su Pasión que la próxima semana se conmemora.