Un jurado popular ha declarado culpable de asesinato al camarero de nacionalidad colombiana que mató de una cuchillada en el pecho a José Espino Lorenzo. El crimen ocurrió el 27 de abril del año pasado, cuando víctima y acusado se encontraban en un bar de la calle Churruca.

Humberto Antonio Gutiérrez, conocido por sus compatriotas como Beto, de 49 años, alegó en el juicio que arrastra un problema con el alcohol. Su abogado solicitó por ese motivo un eximente completa de responsabilidad penal, pero el tribunal concluye que las cervezas tomadas esa tarde por el acusado no condicionaron su estado, según establece el veredicto hecho público ayer por el magistrado que preside el tribunal popular, Miguel Ángel Parramón.

El juez deberá imponer ahora la pena de cárcel, que tiene que ajustarse a los hechos declarados probados y lo solicitado por las partes. En ese sentido, al no concurrir la atenuante de embriaguez, la fiscal Beatriz Sánchez subió a los 19 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía. Antes pedía 17 años y medio. La acusación particular mantuvo la pena máxima, 20 años, mientras que la defensa interesó la mínima, esto es, 15 años de prisión. El letrado reclamaba la absolución por consumo de alcohol y, en su defecto, una condena de cuatro años de prisión por un delito de lesiones con resultado de muerte, pero tuvo que modificar esas conclusiones al conocer el veredicto del tribunal.

El acusado también se enfrenta a nueve meses de cárcel por quebrantamiento de condena, pues ese 27 de abril, cuando apuñaló a Espino en el bar Santa Bárbara, estaba condenado por pegarle a su pareja y pesaba sobre él la prohibición de llevar armas.

Beto llegó al bar sobre las 17.30 horas, se sentó en la barra y se tomó una cerveza. Desde entonces barruntaba agredir a Espino. "Tengo ganas de pegarle a un man", le dijo a un cliente. Luego, una media hora después, apareció la víctima, le tendió la mano por encima del hombro y la invitó a salir del bar en "actitud confiada". Fue en ese momento, sin darle la oportunidad de defenderse, cuando sacó un cuchillo que llevaba escondido en la parte trasera del pantalón y se lo clavó en el pecho, "hasta el mango", destaca el jurado, y le dijo "esto es por lo de anoche".

Ambos discutieron el día antes y Espino le dio una bofetada, pero después se disculpó y el enfrentamiento quedó zanjado. Por eso el tribunal considera que fue un incidente puntual y descarta que existiera una intención de insultar o de menospreciar a Beto.

El jurado admite que el acusado había tomado alcohol ese día, pero considera que no se puede determinar la cantidad y que, en ningún caso, se trate de un volumen importante que afectase a sus capacidades de entender y comprender lo que hacía. Varios clientes del Santa Bárbara, tras un forcejeo, le quitaron el cuchillo de las manos y éste huyó hasta otro bar, donde fue detenido.